Ayalón, de 62 años, con sólo un año de experiencia en el partido más antiguo del país, juega la baza de la rectitud del neófito en tiempos de escándalos políticos.
«Hay que fortalecer la seguridad y golpear al terrorismo, erradicar la corrupción, impulsar el proceso negociador, poner la educación en el centro», dijo recientemente Ayalón sobre «los cuatro pilares» de la que será su política si es elegido líder laborista.
En estas elecciones compite contra el ex primer ministro Ehud Barak, de 65 años, ex jefe del Ejército.
Ambos dejaron atrás en la primera ronda de las primarias, el pasado 28 de mayo, al aún líder laborista Amir Peretz, al ex ministro Ofir Pines y al diputado Dani Ayalón.
Ami Ayalón ha conseguido el apoyo de Peretz en esta vuelta, en tanto que los otros dos candidatos se han volcado con Barak.
Ayalón es un conocido contraalmirante y ex jefe de la Marina de guerra (1992-1996), al que encargaron la jefatura del Servicio General de Seguridad -el secreto Shabak, entre 1996 y 2000- para superar la crisis generada por el asesinato de Rabin, meses antes, a manos de un ultranacionalista judío.
En la política es casi un desconocido y sus primeros pasos los dio en 2006 cuando entró por primera vez en el Parlamento o Knéset.
Sus principales detractores consideran una osadía que aspire a dirigir el Laborismo con una experiencia tan corta en política y sin que nunca haya ocupado un cargo ministerial.
Pero reconocen a la vez que, precisamente este hecho, en un sistema político salpicado por la corrupción y los escándalos, puede representar una ventaja.
Su integridad como persona y político son en ese sentido dos de las cualidades que sus asesores han resaltado más en la campaña.
Ayalón aseguró en la primera ronda que si era elegido trabajaría por «destituir a (Ehud) Olmert como primer ministro pero seguiría en la coalición con Kadima», una postura que ha cambiado diametralmente después de aliarse con Peretz.
En términos políticos, Ayalón es considerado una «paloma» por defender la necesidad urgente de negociar con los palestinos de Al Fatah y concretar un acuerdo de paz.
Sin comprometer posturas, en 2003 el ex militar impulsó una iniciativa con el profesor palestino Sari Nuseiba en la que ambos pidieron a sus pueblos que abandonaran el camino de la violencia y aceptaran una solución negociada.
Esa propuesta, llamada comúnmente el «Censo», porque consistía en recopilar firmas en ambos pueblos, fue presentada como un llamamiento de la sociedad civil que apelaba a la partición de Jerusalén con la misma fórmula que su principal contrincante de hoy, Ehud Barak, presentó en 2000: retirar a Israel de los barrios de mayoría árabe.
También la soberanía sobre los lugares santos habrá de ser repartida, según Ayalón, y Cisjordania devuelta a los palestinos en su mayor parte y previo acuerdo.
Nacido en la ciudad de Tiberíades, a orillas del bíblico Lago de Genaseret o Mar de Galilea, Ayalón es licenciado en Economía y Ciencias Políticas por la Universidad de Bar Ilán y tiene un máster en Administración Pública por la Universidad de Harvard.