‘Responsabilizamos plenamente a la ocupación (israelí) de las consecuencias de toda locura que cometa contra cualquier símbolo de la legitimidad palestina’, indicó en un comunicado.
Hamás pidió además a la comunidad internacional que fuerce a Israel a detener sus ataques contra los palestinos y ‘sus símbolos electos’ y que han causado en diez días más de cuarenta muertos.
Desde ayer, dos bombas han caído en una carpintería y una garita de vigilancia en el campo de refugiados de Shatit, en la costa de la ciudad de Gaza, cerca de la casa de Haniye, quien ha resultado ileso.
Un portavoz militar subrayó que el dirigente islamista, que está en el punto de mira de Israel, no era el objetivo de estas acciones, sino edificios empleados por Hamás en la capital de la franja.
Varios ministros han asegurado en los últimos días que todos los dirigentes de Hamás, incluido Haniye, pueden ser blanco de los ataques aéreos en represalia por el lanzamiento de cohetes Al-Kasam contra el sur de Israel.
Asimismo, Hamás subrayó que nunca ofrecerá ‘gratis’ una tregua a Israel y llamó a las milicias palestinas a ‘lanzar dolorosos ataques contra el enemigo sionista (Israel) que sólo entiende el lenguaje de la fuerza’.
Tras los cinco lanzamientos de esta madrugada, los activistas palestinos han disparado desde el 15 de mayo más de 225 proyectiles artesanales, con el saldo de un muerto y varios heridos, generalmente leves, informó hoy el Ejército israelí.
Israel detuvo además esta mañana al ministro sin cartera Wasfi Qubaha, un miembro de Hamás de 43 años de edad.
Es el segundo ministro islamista arrestado por Israel esta semana, tras la detención el jueves del responsable de Educación, Naser ed-Din Ashaer, en una redada en Cisjordania contra 33 miembros de Hamás, incluidos tres diputados y cinco alcaldes.