El de Havat Guilad es uno de los treinta asentamientos denominados «maajazim» o «agarraderos» y que el ministro israelí de Defensa, Benjamín Ben Eliezer, ordenó desalojar de distintos puntos de Cisjordania.
Los soldados y agentes de la Policía de Fronteras israelíes llevaron a rastras a los colonos que se resistían a salir del recinto, mientras una excavadora militar destruía las instalaciones que quedaron en pie tras la evacuación del jueves pasado, cuando se retiró la mayoría de los habitantes del asentamiento.
El fundador del asentamiento, Moshé Zar, quien lo fundó en memoria de su hijo Guilad, muerto en ese lugar en un ataque armado palestino, tuvo que ser evacuado en ambulancia tras sufrir un desvanecimiento durante la operación, informaron fuentes militares.
Testigos oculares informaron de que grupos de judíos extremistas que fueron desalojados en la operación de hoy regresaron a la colina donde se hallaba el asentamiento y mantuvieron enfrentamientos con los soldados y la policía que trataban de expulsarlos.
Decenas de soldados de estricta observancia mosaica, así como sus padres, expresaron sus protestas por que los militares hayan sido obligados por sus superiores a violar el descanso sabático, al ser convocados para llevar a cabo la operación con el argumento de que contaban con la venia del rabino militar.
El rabino jefe negó haber sido consultado y dijo que si hubiese sido así, no habría autorizado la convocatoria. EFE
ez/ep/fpa
229
anterior