Miles de personas participan hoy en una marcha en la localidad israelí de Nazaret en solidaridad con el ex diputado árabe israelí Azmi Bishara, sospechoso de deslealtad con su país en el conflicto del pasado verano con Hizbulá.
Entre los manifestantes, que portan fotos de Bishara y pancartas con el lema ‘Mi culpa es amar mi patria’, figuran representantes de los tres partidos políticos árabes de Israel y familiares del ex diputado, quien renunció a su escaño hace seis días en la embajada de su país en El Cairo.
‘Azmi, te redimiremos con sangre y fuego’ es uno de los cánticos entonados por los participantes en la marcha, entre los que figura el controvertido líder de la facción norte del Movimiento Islámico de Israel, el jeque Raed Salah, pendiente de juicio por haber escupido e insultado a policías israelíes.
‘Hay gente que dice que cooperamos con el enemigo. Pronto dirán que dirigimos tanques contra Tel Aviv. Estamos siendo retratados como un peligro’ porque ‘representamos una amenaza al racismo’, dijo en la protesta Awad Abdel Fatah, secretario general del partido que fundó Bishara, el nacionalista árabe Balad.
El secretario general del partido comunista de mayoría árabe Hadash, Ayman Auda, señaló que el ‘enemigo’ de su pueblo no es la milicia chíi libanesa Hizbulá, sino ‘la ocupación israelí’.
‘¿De qué se acusa a Bishara? ¿De colaborar con el enemigo? Hizbulá no es nuestro enemigo, la ocupación israelí es el enemigo’, sentenció.
Bishara, quien se encuentra desde hace tres semanas de gira por distintos países árabes y europeos, es sospechoso de haber cooperado con el enemigo, facilitarle información de los servicios de inteligencia y contactar con agentes extranjeros durante la guerra con la milicia chií libanesa, según detalles de este proceso hechos públicos el miércoles.
Ayer se supo que la Policía israelí registró su casa en Haifa, su vivienda de alquiler en Jerusalén, su despacho en Nazaret y su antigua oficina en la Kneset, el Parlamento israelí, en el marco de esta investigación.
Según fuentes policiales, el ex parlamentario será detenido nada más regresar a Israel de su gira, algo que ha anunciado que será en breve y que su compañero de filas Jamal Zamalka calculó que hará ‘en unos diez o doce días’, cuando ‘haya pasado esta tormenta contra él’.
En una entrevista publicada hoy por el diario egipcio ‘Al-Ahram’, Bishara asegura haber recibido ofertas de amparo diplomático por parte de varios países árabes, de las que la egipcia le parece la más atractiva, pero insiste en que volverá a su país.
Fuentes policiales señalaron el jueves que será declarado ‘fugitivo de la justicia’ si no retorna a Israel en un periodo de tiempo razonable, al haber perdido su inmunidad parlamentaria.
El diario ‘Haaretz’ defendía ayer en un editorial que ‘en base a lo poco publicado hasta el momento, parece probable que la acusación principal (contra Bishara) -ayudar al enemigo en tiempo de guerra-
se demuestre una exageración tendenciosa de sus conversaciones telefónicas y reuniones con ciudadanos libaneses y sirios, y quizás de ‘sus expresiones de apoyo a sus actividades militares’.