Así lo informó a Efe monseñor Janfranco Galone, portavoz del diplomático vaticano, quien refirió que Franco decidió acudir al acto conmemorativo del Holocausto tras recibir una carta personal del director del Museo Yad Vashem, Avner Shalev.
El portavoz vaticano no especificó el contenido de la misiva, pero precisó que el embajador de la Santa Sede decidió tras leerla asistir a los actos en recuerdo de las víctimas del nazismo.
Franco declaró esta semana que no asistiría a la ceremonia en el Museo del Holocausto en protesta por una fotografía del Papa Pío XII expuesta y que está acompañada de un epígrafe que cuestiona su conducta ante el exterminio de judíos en Europa.
Se trata de una fotografía ‘que ofende la memoria del Papa Pío XII y los sentimientos cristianos’, dijo entonces monseñor Franco en declaraciones a Efe.
‘No me interesa crear una polémica, soy hombre de paz; debemos construir algo positivo para el futuro’, añadió el embajador del Vaticano en respuesta a las reacciones en Israel sobre su decisión de declinar la invitación a asistir al acto.
A ese respecto, las autoridades de dicha institución israelí (Yad Vashem) expresaron en un comunicado estar ‘sorprendidas’ y ‘lamentan’ la decisión del representante de la Santa Sede de negarse a participar en la ceremonia que se iniciará hoy a las 20.00 horas locales (18.00 GMT).
La polémica foto fue colocada en 2005 y hasta la fecha fracasaron las gestiones del Vaticano para que sea quitado ese epígrafe.
La ceremonia oficial del Día del recuerdo de los Mártires y los Héroes del Holocausto, tendrá lugar en la explanada de ese Museo jerosolimitano con la asistencia de representantes del Gobierno, del Cuerpo Diplomático y de los organismos de seguridad.
En el comunicado de prensa, la institución, que cuenta con un cuerpo de investigadores de la ‘Shohá’ -nombre hebreo del genocidio llevado a cabo por el Tercer Reich-, prometió ‘revisar lo sabido hasta la fecha’ acerca de la conducta seguida por Pío XII si la Santa Sede les permitiese consultar los archivos.
Monseñor Franco señaló que se publicaron más de 150 libros sobre aquella época y es distinta la visión de sus autores que estudiaron los testimonios, incluso historiadores judíos, acerca de Pío XII.