Estados Unidos criticó duramente esta semana, por medio de su embajador en Tel Aviv, Dan Kurtzer, al Gobierno israelí por no aplicar en los territorios palestinos la medidas de alivio a las que se había comprometido y por las sangrientas ofensivas que el Ejercito judío perpetró recientemente en la franja de Gaza.
Según fuentes gubernamentales, la aplicación de las medidas de alivio dependen de la situación de seguridad y de la posibilidad de impedir que miembros de la resistencia palestina lleven a cabo ataques contra Israel.
La mayoría de las localidades autónomas palestinas en Cisjordania fueron invadidas por el Ejército israelí el pasado 19 de junio tras una serie de atentados suicidas que acabaron con la vida de decenas de personas.
Cientos de miles de palestinos llevan meses confinados en sus casas bajo el toque de queda.
EEUU exige ahora que Israel se retire de una de esas ciudades palestinas en Cisjordania que invadió y que continúe con la entrega del dinero que debe a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en concepto de impuestos de importación y aduanas.
Por su parte, el Gobierno israelí no está dispuesto a transferir más dinero a la ANP hasta que obtenga garantías de que es utilizado exclusivamente para asuntos civiles.
Sharon, que viaja mañana, lunes, a EEUU para discutir la coordinación de ambos países en caso de un ataque militar contra Irak, exigirá la creación de un mecanismo para supervisar el empleo de ese dinero.
Hasta ahora, Israel ha transferido un 10 por ciento de unos 420 millones de dólares que debe a la ANP a la cuenta del nuevo ministro palestino de Finanzas, Salam Fayad.
Nabil Abu Rudeina, asesor del presidente palestino, Yaser Arafat, añadió su voz a las críticas contra Israel, y manifestó que este país no hace nada para mejorar las condiciones de vida de los palestinos. EFE
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