Olmert advertirá a Abás de que Israel no reconocerá el próximo Gobierno de unidad entre su movimiento nacionalista Al Fatah y el islamista del primer ministro designado, Ismail Haniye, de Hamás, si este último insiste en no reconocer la legitimidad del Estado hebreo fundado en 1948, indicaron fuentes gubernamentales.
En ese caso, el Gobierno israelí tampoco aceptará reanudar las negociaciones de paz con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
El ex ministro palestino para Asuntos de prisioneros Kadura Fares, legislador de Al Fatah, afirmó hoy a la radio pública israelí que Hamás se ha comprometido a respetar los acuerdos de la ANP con Israel, ‘y esto implica el reconocimiento pleno’ del Estado judío.
El presidente Abás, según fuentes palestinas, exhortará hoy a Olmert a esperar a que se forme el nuevo Gabinete Nacional de la ANP antes de anunciar, como ya lo hace, que Israel no lo reconocerá ni negociará con ese Gobierno por participar en él Hamas.
El asesor político del presidente palestino para las negociaciones con Israel, Saeb Erekat, dijo a los periodistas que ambos se reunirán con ‘una agenda abierta’, para repasar asuntos pendientes y mantener el contacto personal.
Abás tiene previsto regresar mañana a la ciudad de Gaza a fin de continuar negociando con Haniye la formación del nuevo Gobierno. El primer ministro declaró ayer que el Ejecutivo será anunciado el próximo jueves y que dos días después pedirá el voto de confianza al Consejo Legislativo.
En la reunión de hoy, Olmert, según las fuentes israelíes, tampoco tiene intención de ‘hacer concesiones’ a Abás -como la de levantar el embargo a las transferencias que Israel recoge como agente de retención de impuestos de la ANP o excarcelar a prisioneros palestinos- antes de que Hamás libere al soldado Guilad Shalit, capturado y retenido desde el año pasado.
Se supone que uno de los principales asuntos de la reunión será el canje de Shalit, capturado por comandos de Gaza, donde permanece cautivo, por centenares de palestinos recluidos en cárceles israelíes.
Fuentes del Gobierno israelí recalcan que Olmert no ofrecerá en esta ocasión a Abás la transferencia de dinero recaudado por Israel como agente de retención de impuestos y tasas aduaneras de la ANP como lo hizo en su primera reunión de diciembre pasado.
Entonces, y bajo promesa de que sería empleado en asuntos de carácter humanitario, el dinero llegó al Gobierno de Hamas y no a Abás, en contra de la voluntad de Israel, y sirvió para saldar deudas y pagar salarios del Gobierno islamista, según las fuentes.
El embargo israelí forma parte del boicot impuesto por la comunidad internacional al Gobierno del primer ministro saliente Haniye, y a Hamás, que llegaron hace un año al poder. Uno de los principales objetivos del Gobierno de unidad con Al Fatah es, precisamente, superar el embargo que afecta a todo el pueblo.
Según una fuente gubernamental israelí citada hoy por la prensa local, Olmert advertirá al líder palestino que no incluya en el Gabinete de unidad con Hamás a personalidades con las que Israel mantiene contactos habituales, como el ex ministro de finanzas Salam Fayad y el coronel Mohamed Dahlán, su asesor de seguridad.