Una nueva estación de radio en inglés, la única en Oriente Próximo, espera poder lograr lo que no han conseguido ni diplomáticos ni políticos: contribuir a la reconciliación entre israelíes y palestinos.
Además, pretende aportar información independiente e imparcial a una audiencia cansada de escuchar, en hebreo o en árabe, noticias incompletas, a veces incluso partidistas, tanto en las estaciones de radio israelíes o como en las palestinas.
Dos objetivos muy ambiciosos en una región donde el rencor reina de tal forma que se descarta el otro punto de vista o se ignora por completo.
Sin embargo, los creadores de esta iniciativa cuentan con dos decenios de experiencia a sus espaldas, adquirida en Sudáfrica con la radio 702. Cuando fundaron esa estación, en la década de los ochenta, era la única radio independiente del país y buscaba estrechar la brecha que separaba a negros y blancos, «y a negros y negros», mediante charlas y tertulias entre ambos colectivos, en las que intercambiaban opiniones y cuestionaban a los políticos.
La nueva estación de radio, 93.6 Ram FM Middle East Eyewitness News, emitirá desde Jerusalén y Ramallah a partir del martes a las 06.00 horas (04.00 GMT). Su programación incluye 20 boletines de noticias diarios, bajo el lema «en contacto, en sintonía e independientes».
Entre ellos, el equipo de trabajadores -formado por un israelí y varios palestinos y sudafricanos- hará sonar éxitos de los ochenta, los noventa y la actualidad y moderará debates que servirán de plataforma para oyentes y políticos tanto palestinos como israelíes.
El reto de la emisora es «construir un puente para el diálogo», algo que «hace falta desde hace años en esta región», señala Issie Kirsh, el empresario sudafricano que fundó radio 702. Ahora, Kirsh ha invertido un cuarto de los más de dos millones de dólares necesarios para el primer año del proyecto palestino-israelí. El resto procede de las aportaciones de otros empresarios privados.
Según afirma, su iniciativa está movida por el idealismo, más que por el fin de hacer dinero. «Si buscáramos beneficios, éste es el lugar del mundo más complicado para conseguirlo», bromea el empresario, de 71 años.
«Mi estación de radio creó esta maravillosa plataforma para que las personas llamaran por teléfono y preguntaran a los políticos. Por aquí han pasado todos, desde Nelson Mandela hasta F.W. de Klerk, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha», señala en referencia a la emisora sudafricana.
«Quiero hacer lo mismo aquí, conseguir que israelíes y palestinos se junten para hablar», afirma.
Aunque la estación pueda pecar de idealista, Kirsh sostiene que también será rentable. El empresario aspira a alcanzar el umbral de rentabilidad en los próximos tres años, principalmente a través de los ingresos publicitarios.
«Si no somos rentables, no sobreviviremos. No recibimos financiación del gobierno y no queremos dinero de ninguna ONG. Queremos ser independientes», mantiene Kirsh.
La estación espera atraer a una audiencia de en torno a 500.000 israelíes y palestinos, de edades comprendidas entre los 18 y los 49 años, quienes según un estudio de mercado dominan el inglés como segunda lengua.
En el futuro, el objetivo es emitir noticias independientes en inglés para un público más amplio por medio de Internet.
«Queremos repetir en Oriente Próximo lo que conseguimos en Sudáfrica», dice el redactor Andrew Bolton, que trabajó en radio 702 desde 1994. «Hasta que los sudafricanos negros y blancos no se sentaron juntos y comenzaron a hablar no fue posible la reconciliación».
Aunque la situación de israelíes y palestinos es distinta, entre ellos prima la misma «desconfianza enraizada» que existía entre los sudafricanos, y la radio es «un gran medio para que primero escuchen y luego hablen».
El Mundo