‘El Monte del Templo es el lugar más sagrado para el pueblo judío, pero aún así el Estado de Israel nunca violará la libertad de culto de ninguna religión, en Jerusalén o en cualquier otra parte de Israel’, dice Livni en una nota de prensa difundida por su oficina antes de que ésta partiera hacia Madrid.
La ministra reaccionaba a la ola de críticas y amenazas por parte de líderes islámicos acerca de que Israel quiere destruir la mezquita de Al-Aksa con el proyecto de construcción de una nueva rampa hacia la Explanada de las mezquitas.
Según Livni, la instigación contra Israel se origina en ‘grupos irresponsables que, sabiendo que no existe ningún daño a ningún lugar sagrado, se aprovechan de la democracia israelí para encender los ánimos religiosos y obtener réditos políticos’.
La de la ministra ha sido la primera reacción de un alto mandatario israelí sobre la rampa en la Puerta de los Mugrabíes, en la ciudad vieja de Jerusalén.