Lieberman constató que el nombramiento por parte de Peretz de un árabe israelí como candidato a ministro de Ciencia, Cultura y Deporte de Israel, Raleb Majadele –el primero de su historia– es «inaceptable»,
según recoge el diario ‘Yediot Ahronot’.
Asimismo aseguró que no es la religión del candidato a ministro lo que le preocupa, sino lo oportuno de esta elección. ‘Si su nombramiento tuviera la intención de arreglar la situación de los árabes israelíes sería entendible, pero está encaminado a cambiar la situación política de Peretz, acusó.
«Insisto en que no tenemos problema con Raleb, el gran problema es el ministro de Defensa», afirmó asegurando que su forma de hacer el nombramientos ha sido «despreciable», así como «la forma en que el primer ministro (Ehud Olmert) fue informado y la forma en que los laboristas lo votaron».
«Ha habido un uso cínico de tanto del asunto como del hecho de que el hombre está preparado para usar todas las herramientas oficiales con objeto de mejorar la situación dentro de las necesidades del partido», continuó Lieberman, recalcando que si hubiera hecho este nombramiento «una semana después de que Ophir Pines dimitiera habría parecido completamente diferente». «El hecho es que es durante las primarias cuando lo hace», resaltó recordando que pronto se celebrarán las elecciones para elegir al líder laborista.
«Este hombre está comprometido con la manipulación política, y eso no es lo que el Ministerio de Defensa israelí necesita», continuó, recalcando que «no tengo problemas con cristianos y musulmanes, ni con ninguna persona que acepta los principios de que el Estado de Israel es sionista y judío».
Peretz, por su parte, no tardó en reaccionar y resaltó que «al parecer la decisión de nombrar a Raleb Majadele como ministros en el Estado de Israel provocando muchas reacciones desproporcionadas, que desvían de las reglas del discurso público». «Creo que si el Estado de Israel está en peligro es por el peligro que representa un partido racista como Israel Beiteinu», afirmó.