Entonces, Naciones Unidas se echó atrás, una vez que vio que no contaban con el apoyo de Estados Unidos.
Por el contrario, el titular de Administración Local de la ANP, Saeb Erekat, valoró positivamente que «Blair llame a la aplicación de las resoluciones». No obstante, el también jefe del equipo de negociaciones palestino añadió que «lo que queremos es que se especifiquen los mecanismos y se establezca un calendario» para conseguir la aplicación real de dichas resoluciones.
De cara a contentar a un ala izquierda de su partido que se opone al plan estadounidense de atacar Irak, que es apoyado por el Gobierno británico, Blair instó, asimismo, a que las negociaciones de Estatuto Final den comienzo antes del final de este año. El primer ministro británico senaló como objetivo la coexistencia pacífica de «un Estado israelí libre del terrorismo y reconocido por el mundo árabe, y un Estado palestino viable sobre basado en las fronteras de 1967».