El ex comandante del Servicio de Información de las Fuerzas Armadas de Israel, general en reserva Aharón Zehevi Farkash, dijo hoy a la radio militar que aumentarán las posibilidades de una nueva guerra en Líbano si el primer ministro Fuad Siniora decidiese dimitir como le exige Hizbulá.
Israel, declaró el militar a la emisora, no debe intervenir en la actual crisis política en Beirut, y ‘es responsabilidad de Europa prevenir que fuerzas extremistas tomen el control en Líbano y lo conviertan en una base de la República Islámica de Irán’.
Farkash opinó que cualquier intervención israelí en este momento puede conducir a un atentado contra la vida de Siniora.
‘En este punto (de la crisis), todo lo que parezca un gesto positivo de Israel respecto de Líbano y de Siniora puede avivar las luchas internas en ese país, y empujará a Irán y a Siria a decidir que deben eliminarlo’, comentó.
El diputado Efi Eitam, coronel en la reserva y representante del partido ultraderechista de la Unidad Nacional dijo a la emisora que ‘Israel debería emprender una guerra si Hizbulá se hiciera con el poder, pues ello convertiría en refugiados a un millón de israelíes’.
Eitam hizo así alusión a los casi 4.000 cohetes que disparó la milicia de Hizbulá durante la ofensiva israelí de 34 días, en julio y agosto pasados, contra la población del norte de Israel, que en su mayoría se vieron obligados a abandonar sus casas para protegerse.
Por su parte, el diputado árabe Mohamed Bárake, del Partido Hadash (ex Partido Comunista de Israel), llamó al Gobierno del primer ministro Ehud Olmert a abstenerse de intervenir en la crisis.
El conflicto político en Beirut era analizado esta tarde por el Gabinete de Seguridad que preside Olmert.
El ministro de Defensa, Amir Peretz, ordenó a las autoridades militares a seguir de cerca los acontecimiento en el vecino país y mantenerse alerta a lo largo de la frontera para el caso de marchas y manifestaciones de activistas de Hizbulá.