El negociador jefe del gobierno palestino, Saeb Erakat, se reunió con Arafat y luego mantuvo conversaciones con funcionarios de seguridad israelíes para tratar de que se ponga fin al asedio.
Separadamente, el principal lugarteniente de Arafat, Mahmud Abbas (o Abu Mazen) había sido autorizado a mantener conversaciones con otros funcionarios palestinos en Ramallah. Asimismo, Abbas tenía previsto reunirse en la misma ciudad con el enviado de la Unión Europea para Oriente Medio, Miguel Moratinos.
El sitio y demolición de la sede gubernamental palestina de Ramallah fue en represalia de dos atentados suicidas que causaron la muerte de seis israelíes y un estudiante escocés la semana pasada.
El negociador jefe palestino calificó la situación dentro del destruido complejo gubernamental palestino como «absolutamente atroz».
Erakat dijo que el único edificio de la sede gubernamental que seguía en pie era el de Arafat, e incluso esa estructura había sufrido graves daños.
El ejército israelí dijo el domingo que detuvo la demolición y que enviaba provisiones.
Entretanto, el domingo continuaron en Naplusa, en la Ribera Occidental, protestas contra la acción militar israelí en Ramallah. La Medialuna Roja palestina dijo que un soldado israelí mató a disparos a un palestino durante la manifestación.