Apoyo sí, pero sin cifras ni plazos. La UE está dispuesta a reforzar la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano, la nueva FINUL, aunque sin concretar las aportaciones de tropas de cada país. Es posible que la oferta europea se defina al término de la reunión mañana viernes de los ministros de exteriores comunitarios, que contará con la presencia del secretario general de la ONU. Annan coincide en su análisis con la jefa de la diplomacia israelí.
Tzipi Livni insistió ayer en París en un despliegue rápido de cascos azules en la frontera entre Israel y Líbano porque la situación- dijo- es «la más sensible y explosiva posible».
Livni obtuvo en la capital francesa la petición gala de que la FINUL reforzada patrulle la frontera siria, pero no habrá más soldados franceses. El primer ministro galo dijo que su país no aportará a la fuerza de la ONU más que los 200 soldados adicionales prometidos. «Con sus 1.700 efectivos de apoyo logístico- declaraba Villepin- Francia es la nación más presente en el teatro de operaciones».
El sur del Líbano, con el ejército israelí en muchos casos a pocos centenares de metros de los milicianos de Hezbolá, es un polvorín con una frágil tregua desde hace 11 días. Para Israel y algunos gobiernos europeos es vital que los cascos azules controlen la frontera sirio-libanesa e impedir que Hezbolá se abastezca de armas vía Damasco. Pero el presidente sirio, Bachar Al Assad, amenaza con cerrar la frontera si la ONU estaciona tropas allí.
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