Moshé Katzav, presidente israelí, no se emociona con nada ni con nadie y sus voceros aseguran que no tiene intenciones de renunciar, ni mostrar arrepentimiento por su conducta sexual, aún cuando comienza la investigación.
Hoy anunció la policía que mañana se presentará en la residencia presidencial para comenzar con la indagatoria en relación al affaire del político israelí.
Hasta el momento se entrevistó a 30 testigos, dos por lo menos son mujeres que aseguran haber tenido sexo con Katzav en la casa profesional .
Una de ellas asegura haber sido presionada para mantener relaciones sexuales con el presidente .
De la residencia presidencial se confiscaron computadoras y documentos.
Según uno de los informes Katzav habría engañado también a su amante y se acostó con otra mujer.
Cuando se enteró la señora en cuestión dejó a Katzav y se fue con otro hombre reconocido.
Una de ellas (N)es una trabajadora que reemplazó a otra que estaba de licencia por estudios (A).
A le afirmó a sus investigadores que las relaciones fueron por presión, por lo cual se lo acusar de violación. Si esto se confirma, Katzav podría ir a prisión con traficantes de blancas, maniáticos sexuales y violadores y no recibiría ningún trato preferencial.
El mandatario también está sospechado de dar indultos a gente extraña que lo ayudó a esconder las situaciones.
Mientras tanto y como si nada hubiera pasado Katzav se pasea de la mano con su esposa Guila.
Fuente: Inian Mercazi
Traducción: Alejandro Dubesarsky