JULIO DE LA GUARDIA | Jerusalén El Pais
Ex ministro de Seguridad Pública y de Exteriores durante el Gobierno de Ehud Barak, Shlomo Ben Ami (Marruecos, 1943) entregaba recientemente su acta de diputado en señal de protesta contra la línea seguida por el presidente del Partido Laborista y titular de Defensa, Benjamín Ben Eliezer. Aun en desacuerdo con éste por permanecer dentro de la coalición de unidad nacional, Ben Ami adelanta que le apoyará frente al candidato laborista emergente, el alcalde de Haifa, Amram Mitzna.
Pregunta. ¿Por qué decidió dejar su escaño en la Kneset?
Respuesta. Es una cuestión de coherencia. Ya a principios de mayo, cuando se votaba una versión preliminar del presupuesto y el grupo parlamentario impuso la disciplina de voto, yo dije que no podía acatarla, dado que desde el primer momento estuve en contra del Gobierno de unidad nacional, lo que se convirtió en una situación política y éticamente insostenible para mí, y que si el partido no salía de la coalición antes de finales de esta legislatura [finales del pasado mes de julio], entonces yo devolvería mi escaño.
P. ¿Ve próximas las elecciones?
R. En una reunión celebrada a principios de julio, Fuad [apodo por el que se conoce a Ben Eliezer] me dijo que tenía la intención de salir. Entonces prometió, pero luego no cumplió. Yo creo que esta salida mía, aunque no quiero exagerar su impacto, ha precipitado toda esta cosa de anticipar elecciones. Se ha empezado a hablar más y más, y la cosa ha empezado a moverse.
P. ¿A qué candidato va a dar su apoyo?
R. A pesar de que estoy en contra de lo que ha hecho durante el último año y medio, y de que piense que no ha cumplido, voy a hacer en breve una declaración a favor de Fuad. Aunque él se haya quedado en el Gobierno por oportunismo, no me parece más oportunista que los demás. Me parece muy peligroso que se siente el precedente de que un líder democráticamente elegido no tenga la oportunidad de llevar el partido a las elecciones.
P. ¿Qué planes tiene?
R. Me siento tan profundamente ajeno de lo que el partido ha hecho últimamente que de momento me voy a reunir con la gente que estuvo conmigo todo el tiempo para analizar la situación. Yo encuentro hoy muchas dificultades en las elecciones que se avecinan. Si estoy en desacuerdo con todo lo hecho durante el último año y medio, no puedo ir y pedir el voto para el laborismo. Estoy analizando la posibilidad de entrar en una etapa de reflexión y observación.
P. ¿Otras actividades?
R. Estoy trabajando con Yasir Abed Rabbo [ministro palestino de Información] en la creación de un movimiento palestino-israelí conjunto, que hemos llamado Enough [basta, en inglés]. Nuestra idea es montar un gran encuentro a mediados de septiembre en el que 500 participantes, 250 de cada parte, se reúnan para promover el final de la violencia. Entre ellos, estarían los 80 diputados del Consejo Legislativo Palestino y un número análogo de diputados israelíes. Además, hemos acudido a Tony Blair, para que patrocine el encuentro, al que queremos dar un paraguas internacional.
P. ¿Eso es todo?
R. Estoy trabajando en la resolución de conflictos, según una idea que lanzamos hace tiempo y que se materializaría a través de una conferencia internacional oficiosa en Sevilla, para recoger los logros del proceso de paz. O sea, en vez de llorar por lo que falta, dedicarnos a analizar hasta dónde hemos llegado. Podría tener un gran éxito si participan Kofi Annan y otras personalidades que hemos invitado. Dado que en estos momentos no veo ninguna posibilidad de acuerdo entre las dos partes, a nivel internacional hay que crear condiciones y generar ideas para la resolución del conflicto.
P. ¿Qué piensa del acuerdo de seguridad Gaza Primero?
R. El propio Sharon lo ha rebajado, diciendo que no es un acuerdo, sino un entendimiento. Pienso que su principal debilidad es que no se hace dentro de un marco global de negociaciones, lo cual permite a los terroristas palestinos, que no tienen intención de acatarlo, sabotearlo en cualquier momento. Yo creo que no habrá paz, ni paz parcial, hasta que no surja un liderazgo israelí dispuesto a desmantelar asentamientos, y un liderazgo palestino dispuesto a enfrentarse a Hamás y a la Yihad Islámica.