En realidad, no existen informaciones fidedignas acerca de si Irak posee aún este tipo de armamento, pero funcionarios de inteligencia israelíes afirman tener pruebas de que Irak acelera sus esfuerzos para producir armas biológicas y químicas, según dijo Ranaan Gissin, asesor de Sharon.
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«La postergación del ataque contra Irak en este momento no servirá para nada -dijo ayer Gissin-. Sólo le dará (a Saddam Hussein) mayor oportunidad de fortalecer su programa de armas de destrucción masiva.» La amenaza llevó al Ministerio de Salud a actualizar sus depósitos de vacunas, mientras que al equipo que todos los israelíes poseen en sus hogares para el caso de un ataque químico se agregará ahora una nueva píldora contra radiaciones nucleares.
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Estados Unidos estudia la posibilidad de emprender una campaña militar para derrocar a Saddam Hussein porque considera que su gobierno es uno de los regímenes terroristas más peligrosos del mundo. Sin embargo, hay una gran oposición internacional contra un ataque estadounidense.
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La oposición también comienza a hacerse sentir en el seno del propio Partido Republicano, algunos de cuyos miembros más prominentes -entre ellos, el ex secretario de Estado Henry Kissinger- afirman que la administración Bush no se ha preparado adecuadamente para una acción militar ni ha presentado argumentos para justificar un eventual ataque. Y pese a que coinciden con la Casa Blanca en la necesidad de derrocar a Hussein, advierten sobre el peligro de irritar a algunos aliados clave en la región.
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Agencias EFE, AP y ANSA La Nacion
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