El primer ministro israelí Ehud Olmert sostuvo conversaciones el lunes con tres de sus predecesores sobre el programa nuclear de Irán, dejando el camino despejado para alcanzar un consenso sobre un tema que el Estado judío ha calificado como una amenaza para su existencia.
Olmert carece de la experticia militar que han tenido la mayoría de los líderes israelíes, como es el caso del ministro de Defensa Amir Peretz, un veterano sindicalista que obtuvo la cartera clave tras un acuerdo de coalición entre su partido Laborista y la facción gobernante Kadima.
La coalición se ha hecho cargo de un gobierno que aún no ha probado sus capacidades ante tópicos estratégicos como el manejo del tema iraní. Israel, que se cree tiene el único arsenal atómico de Oriente Medio, desea evitar que Teherán produzca armas de destrucción masiva.
Irán insiste que sólo desea obtener energía nuclear para el abastecimiento de sus plantas de electricidad.
«Tuvimos una sesión informativa de inteligencia y discutimos las opciones disponibles para el país,» dijo al canal Uno de la televisión israelí Ehud Barak, un jefe de personal militar retirado quien fue primer ministro en la década de 1990.
Barak, un laborista de centroizquierda, aconsejó ser cautelosos en el tema de Irán y señaló que no se espera que el archienemigo de Israel sea capaz de desarrollar misiles nucleares antes de la próxima década.
Por el contrario, Benjamin Netanyahu del partido de derecha Likud, otro ex primer ministro y ex oficial del ejército que asistió a la reunión, instó a tomar una defensa preventiva, tal como se hizo con el ataque aéreo israelí de 1981 en contra del principal reactor atómico iraquí ubicado en Osiraq.
Actualmente, Netanyahu lidera la oposición israelí.
El la reunión también participó Shimon Peres, quien ayudó a fundar el programa nuclear de Israel en las décadas de 1950 y 1960, estuvo al mando del país en dos ocasiones y ahora es vice primer ministro.
Al igual que Olmert, Peres desea unirse a los esfuerzos de Occidente para limitar las ambiciones nucleares de Irán por la vía diplomática.
Pero se rehusa a descartar el uso de la fuerza militar como una última medida en contra de un país cuyo presidente, Mahmoud Ahmedinejad, ha llamado repetidamente a la eliminación de Israel y ha negado la existencia del Holocausto nazi.