El atentado suicida recibió una condena unánime por parte de la comunidad internacional. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, expresó su «más profunda repulsa» e hizo un llamamiento a las partes a cumplir con los acuerdos internacionales firmados.
Mientras, el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, calificó la acción de «acto de terror despreciable para el que no hay excusa o justificación». Desde la Unión Europea (UE), su Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC), Javier Solana, condenó el atentado suicida y llamó a «todas las partes» a evitar una espiral de violencia.
También el Gobierno español manifestó su «más enérgico rechazo a este acto de barbarie» y se sumó «al dolor de las víctimas y sus allegados», señaló el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Comunicación en un comunicado. El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero subrayó su «radical condena del terrorismo en todas sus manifestaciones» y expresó su «apoyo y solidaridad» al pueblo y a las autoridades de Israel «en estos difíciles momentos».
Finalmente, Rusia, Alemania y Francia expresaron su condena en términos muy duros. Moscú instó a las autoridades palestinas a hacer todos los esfuerzos posibles para detener los ataques, pero también pidió a Israel que muestre «contención y serenidad» para evitar que se caiga en la confrontación.
En términos similares se mostró el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, quien indicó en un comunicado que «sería un fatal comienzo para el nuevo Gobierno si no actúa clara y enérgicamente contra estos actos terroristas».
Por último, el presidente francés, Jacques Chirac, mostró su apoyo a Israel en una carta de condolencias a su homólogo israelí, Moshe Katsav. El atentado «ha encendido el horror y la reprobación. Más que nunca, nuestra determinación en la lucha contra el terrorismo está intacta. Francia está del lado de Israel para esta nueva prueba», apostilló.