«Cuando llegan las vacaciones de invierno, muchas familias no pueden destinar el tiempo necesario para disfrutar junto a sus hijos. En algunos casos, los padres trabajan todo el día y, en muchos otros, el fenómeno del desempleo los obliga a no poder abandonar la búsqueda de trabajo,» explica Gonzalo Abramovich, responsable del Programa Joref del JDC. «Por esta razón, la idea es brindar por un lado la diversión y el descanso que los chicos merecen y, por el otro, aliviar a los padres durante este período,» destaca.
La ayuda se concreta por medio de becas otorgadas a las instituciones cuyos miembros no cuentan con los medios suficientes para participar de la colonia. La cifra total de becas asciende al cincuenta por ciento, si se toma al conjunto de chicos que participan del proyecto. Y mientras el JDC cubre los costos de transporte y comidas, las instituciones reciben y organizan las colonias de día y proveen de los profesionales que cuidan de los chicos durante esas semanas.
«Se generó una asociación entre el Joint y las instituciones que integran el proyecto para ofrecer ayuda a quienes por dificultades económicas se verían impedidos de participar,» explica Abramovich. «Lamentablemente, en muchos casos también es la única manera de garantizar que los chicos continúen recibiendo la merienda o el almuerzo que el colegio les proporciona,» agrega.
El objetivo del Joint es que, aún en vacaciones, los chicos permanezcan contenidos dentro de un marco comunitario. El apoyo se otorgó a todas las organizaciones que solicitaron ayuda para asegurar la participación de todos sus miembros en las colonias de vacaciones, en particular aquellos que por dificultades económicas se veían impedidos de acceder a estos programas. Tal es el caso del Mohadon Hanoar Nof-Esh Ken Metzu, que solicitara ayuda para así evitar que el factor económico resultara una limitación al momento de sumar participación a sus actividades de invierno. Gracias al apoyo del JDC, nadie se quedó sin compartir la propuesta. Así fue también el caso de otras instituciones de Buenos Aires y del interior, que pudieron garantizar la presencia de sus chicos en las colonias de invierno, gracias al apoyo otorgado para quienes más lo necesitaban.
Entretenimiento para todos
Dado el resultado exitoso obtenido durante el receso de verano, es posible suponer que la respuesta al Programa Joref se multiplicará durante el invierno.
Como parte del programa que se ofrecerá a los chicos, se incluyen funciones de teatro dedicadas especialmente a los que participan de Joref; como en el caso de «Huesito Caracú», de Hugo Midón que se exhibirá en el Paseo La Plaza.
«Esta idea surgió no sólo por esta tradición instalada de ver obras infantiles durante las vacaciones, sino también para darles a los chicos una salida diferente,» destaca el responsable de Joref.
Programar salidas diferentes y a espectáculos combina los objetivos de que las actividades no se circunscriban a un sólo ámbito y así promover una mayor integración. Y, por otra parte, también el acercar a los chicos a espectáculos de primer nivel y adecuados a su edad, «que por lo general no estan al alcance del bolsillo de muchas familias, en particular cuando tienen más de un hijo «, agrega Abramovich.
Además de las salidas especiales, se llevan a cabo talleres artísticos y expresivos, ya que en estas experiencias se trabaja sobre objetivos educativos, además del esparcimiento. «Los contenidos ligados al compartir, a la solidaridad son fundamentales a esta edad. Son aprendizajes de vida,» resume el responsable del Programa.
La crisis que atraviesa la comunidad afecta a todos sus miembros, sin distinción de edades, pero programas como Joref intentan paliar las necesidades de aquellos que resultan más vulnerables: los niños. Y una de las necesidades más importantes que deben cuidarse, es la de que no pierdan su inocencia, ni limiten su capacidad de reírse y de jugar.