El tucumano César Alberto Morhell y Santiago Paz Bullrich devinieron en Feisal Morhell y Abdul Karim Paz. Adoptaron esos nombres musulmanes shiítas y estudian en la mezquita principal de Qom, ciudad sagrada de Irán. Quieren ser ayatollahs, muy respetados maestros del islam. Los encontró Gustavo Sierra, enviado especial de Clarín a Irán, y los entrevistó como parte de un informe sobre ese país, gobernado por un ultrafundamentalista y conservador, Mahmoud Ahmadinejad. Un presidente que ha llamado a borrar a Israel de la región y que se ha lanzado a la provocación más abierta negando la existencia del Holocausto, la sistemática matanza en masa de judíos por los nazis.
Irán está desafiando a Estados Unidos y a otras potencias al poner de nuevo en marcha un plan de desarrollo nuclear que, según muchos indicios, puede llevar a los iraníes a dominar la tecnología para hacer la bomba atómica. Los iraníes han negado esos propósitos. El caso será presentado en el Consejo de Seguridad de la ONU y este paso desencadenó la ira de Teherán.
Casualmente, la Argentina está ahora en la presidencia del Consejo de Seguridad. Y es una oportunidad, si se aprovecha, para poner en evidencia la capacidad diplomática y la consistencia de su política exterior para intentar desmontar la espoleta de otra posible conflagración regional. Hay un antecedente histórico de una actuación argentina en la ONU: la negociación exitosa del acceso a Berlín en 1948.
Las relaciones con Irán sufrieron un deterioro enorme luego del atentado a la AMIA y nunca se recompusieron. Las gestiones para una negociación, que encaró en su momento Rafael Bielsa, no prosperaron.
El informe que presenta esta edición cuenta con una amplia cobertura de nuestro enviado a Irán. Es otro esfuerzo periodístico para aproximar a nuestros lectores a la realidad de una de las regiones más conflictivas del mundo.
Clarin