Se trata de una medida habitual, que ha tomado el Ejército israelí durante las fiestas judías en los últimos años de enfrentamientos entre palestinos e israelíes, para evitar posibles ataques.
En Purim, los judíos festejan la anulación de un decreto que ordenaba dar muerte a todos los judíos en el Imperio Persa, hace unos 2.500 años.
El cierre de los territorios supone una acentuación de las graves dificultades ya existentes para el movimiento de los palestinos entre sus localidades y hacia Israel, donde todavía miles buscan trabajo.
Mientras, milicianos palestinos han lanzado un cohete «Kasam» de fabricación casera desde la franja de Gaza que ha hecho blanco, sin causar heridos, al sur de la ciudad israelí de Ashkelon.