Los simpatizantes de Ramon marcaron el tono, en la apertura del Congreso, al acusar a gritos a Ben Eliezer de «pervertir» al partido por su presencia en el Gobierno de unión nacional dirigido por el primer ministro, Ariel Sharon, jefe del Likud (de extrema derecha). Poco antes, el ex ministro de Exteriores Shlomo Ben Ami, también del ala moderada y barón del partido, pidió a los laboristas que pasen a la oposición de aquí a un mes.
Aplaudido por la mayoría de los casi 4.000 delegados en el Congreso, Ben Eliezer indicó que tiene dos objetivos prioritarios: «Instaurar la paz, y hacer que el Partido Laborista gane en las próximas elecciones».
Ben Eliezer también indicó que deseaba que un Estado palestino coexista pacíficamente con Israel, pero agregó que por ahora no podía abandonar el Gobierno de unión nacional. El ministro de Defensa, elegido en diciembre al frente del partido, es un probable candidato a primer ministro.