El presidente palestino permanece en sus oficinas de la sede de la Gobernación (la Mukata), en Ramala, después de que la ANP condenara el atentado.
El ministro palestino de Información y Cultura, Yasser Abed Rabbo, afirmó que el atentado de hoy «sólo sirve al plan agresivo de Sharón de aislar los territorios palestinos y crear un estado de apartheid», mientras que el asesor de Arafat, Nabil Abú Rudeina, ha pedido el envío de fuerzas internacionales a la zona.
El ministro de Defensa israelí y líder del Partido Laborista, Benjamín Ben Eliezer, ya ha manifestado su oposición a que el presidente palestino sea expulsado, mientras que el titular de Interior, el ultra-ortodoxo Eli Beni Yishai, afirma que ha llegado el momento de pensar seriamente en echarlo y en la forma de hacerlo.
Yishai propuso además que el Ejército entre en los territorios palestinos y «rodee cada aldea, cada pueblo, cada ciudad donde haya terroristas».
Fuentes del Ministerio israelí de Asuntos Exteriores aconsejan que Israel posponga su reacción hasta después del discurso del presidente de EEUU, George W. Bush, previsto para las próximas horas, en el que se espera que recomiende la creación de un Estado Palestino provisional con fronteras temporales y soberanía limitada.
El ministro sin cartera del partido Likud, Dani Navé, sostiene que hay que expulsar a Arafat y permanecer en los territorios palestinos hasta que se erijan los sectores de división del muro electrónico, de 130 kilómetros de longitud, que fue inaugurado hace dos días y que separará las tierras de Israel de las de Cisjordania.
Ben Eliezer, quien se reúne esta tarde con los servicios de seguridad en Tel-Aviv, ya ha instado a que se levante con celeridad otro muro alrededor de Jerusalén, ciudad que se encuentra en estado de alerta roja y con las calles vacías, después de que el jefe de policía, Micky Levi, advirtiera de posibles nuevos atentados.
El jefe superior de Policía de Israel, Shlomo Aronisky, ordenó hoy a las fuerzas a su mando que detengan a todos los palestinos que se encuentren en Israel sin la debida documentación y tomen medidas contra las personas que les ayuden a trasladarse o les den cobijo.
El Ejército israelí mató esta tarde a Mohamed Basharet, un militante del grupo palestino Yihad Islámica en el pueblo de Halhoul, cerca de la ciudad cisjordana de Hebrón, informó la radio israelí.
Basharet, que circulaba en su coche, fue instado a detenerse, a lo que -según fuentes israelíes- se resistió e intentó sacar un arma por lo que los soldados israelíes dispararon contra él.
El Movimiento de Resistencia Islámica (HAMAS), que se atribuyó el atentado de esta mañana en el sur de Jerusalén, anunció que «la guerra contra los autobuses está en camino» y promete «cientos de muertos entre los soldados y colonos del enemigo» (Israel).
«Con todo el orgullo, Azedim Al Kasem anuncia que el ejecutor de esta heroica operación es Mohamed Haza Kayed al-Ghul, de 24 años y procedente del campo de refugiados de al-Faria cerca de Tubas», en el norte de Cijordania, reza el comunicado del brazo armado de HAMAS.
El atentado se perpetró por «cada mártir, cada casa derribada, cada detenido y cada herido» y en una venganza por «todos los mártires en Jenín, Naplusa, Ramala, Kalkilia, Tulkarem y todos nuestros queridos pueblos y campos de refugiados», se indica en la nota de HAMAS.Fte EFE
361
anterior