Itongadol.- La escuela Hadassim, de la mano del programa Naale, recibe a adolescentes que hicieron aliá y no tienen familiares en Israel. ItonGadol visitó la institución y dialogó con el madrij Martín Weiss, quien destacó: “Este lugar es hermoso y los chicos que vengan van a ser felices”.
Kfar HaNoar Wizo Hadassim es una escuela creada hace 71 años para absorber a niños que estuvieron en la Shoá, sobrevivieron y luego llegaron a Israel. Actualmente, de la mano de Naale, continúa el legado recibiendo a olim jadashim y bnei olim para seguir inculcando los mismos valores de siempre y de cara al futuro de Israel.
En la entrevista con ItonGadol, Weiss afirmó: “A nivel estudios, la escuela salió premiada con el principal galardón de educación del país el año pasado. Así que estamos hablando de la mejor escuela del país”.
-¿Cómo fueron tus comienzos en la escuela?
-Siempre trabajé en jinuj y decidí regresar a este mundo con la posibilidad de entrar a trabajar acá. Es el tercer año que estoy como madrij y los comienzos fueron medio difíciles para mí. Tuve que acostumbrarme unos meses hasta que entendí el trabajo. Tuve mucho apoyo del grupo de Tamara Doron y hoy por hoy estoy contento. Mi familia vive aquí, tengo dos hijos.
-Este lugar recibió a chicos que llegaban de la Shoá. ¿El hecho de ser un lugar con ADN de puertas abiertas lo hace mucho más fácil para aquellos que llegan?
-Depende cómo se mire. Nada es fácil, los cambios son difíciles. Pero creo que hay un apoyo tan grande para los chicos que termina siendo ameno. Los chicos están muy contenidos, ya sea por psicólogos, trabajadores sociales, madrijim… todo el equipo que trabaja acá lo hace por un solo objetivo, que son los chicos.
-¿Cómo avanza esta escuela?
-Va creciendo en todo sentido. A nivel número y a nivel profesionalismo. Yo creo que los chicos de tercero, que ya están terminando, hicieron un proceso hermoso. Son chicos que vinieron de una forma y hoy están súper maduros y responsables. Vinieron bien, pero el progreso que hicieron a nivel persona no hay forma de medirlo.
-No es sólo educación de materias, es un combo completo…
-Sí. Eso está al alcance de cualquier chico que decida hacer la experiencia.
-¿Cómo se le explica esta experiencia a un chico que quizás no había pensado en Naale como una opción?
-Creo que las posibilidades que tienen en Israel, estudiando en Naale, son mucho más grandes que las que van a tener en Argentina. A nivel estudios, la escuela aquí salió premiada con el principal galardón de educación del país el año pasado. Así que estamos hablando de la mejor escuela del país. El equipo técnico es muy profesional y todo el tiempo nos estamos capacitando. Todo el tiempo estamos aprendiendo. Es decir que aprenden tanto los chicos como los madrijim para mejorar todo el tiempo.
-¿Cuál es la característica de los jóvenes que llegan acá?
-No sé si hay una característica, excepto el tema del judaísmo. No hay algo distintivo. Pero estamos hablando de chicos de 15 años que vienen solos. Eso lo hace especial. El chico decide salir de su casa y el padre decide confiarnos a los chicos. Eso también lo hace especial. Además, los chicos que vienen tratan de llegar a su máximo potencial. Si les gusta el arte, llegan a lo máximo que pueden con el arte. Y se los ayuda en todo sentido. De aquí salieron muchos artistas y políticos famosos, por el tipo de educación. Hay una marca, el chico está en el centro. Todo lo que se piensa acá es para los chicos. Este lugar es hermoso y para que el decida venir, al principio es difícil, pero se pasa. Y se pasa para bien. Van a ser felices y van a solucionar problemas que quizás ya tengan. Y van a terminar bien preparados para lo que venga después. Van a tener las suficientes herramientas para el ejército, para vivir solos. Acá hay todos los profesores particulares que necesiten. No hay excusas, todos los van a ayudar. El chico de alguna forma va a tener éxito.