Itongadol.- La ex vicepresidenta de la Knesset (Parlamento israelí) Ruth Calderón (foto) visitó recientemente la Argentina, invitada por el Seminario Rabínico Latinoamericano.
En ese contexto, la investigadora del Instituto Shalom Hartman, fundadora de la Red de Batei Midrash Laicos en Israel y Ph.D. en Talmud dialogó con Itongadol.
– ¿Cuál es el motivo de su visita al país y la región?
– Vine a hablar en una conferencia de rabanim de Sudamérica que tuvo lugar en Perú y debido a estar en la zona vine a Buenos Aires por primera vez. Sabía que hay una kehilá (comunidad) muy importante y cercana al judaísmo que yo vivo en Israel, que es el cultural. "Sionismo espiritual" se llama, algo que casi no hay en el mundo, solo en Israel. Es una kehilá cultural, que no solo es religiosa, sino que está basada en el hebreo y la cultura hebrea. Yo creo en eso y aquí floreció. Acá dialogué con alumnos de kitá dalet (4° grado) y les dije que el hebreo es una llave importante para un gran tesoro. Creo que hay un tesoro grandioso, al que no toda persona accede.
– ¿Qué pasa con la nueva generación, que nace con un Israel ya formado y fuerte, a diferencia de las que acompañaban a un Estado en formación?
– Creo que Israel es realmente fuerte económicamente, en agricultura y hi tech (alta tecnología), pero el logro más importante de Israel en estos 70 años es el espacio público judío, que es cultural y no religioso. Hay religiosos, Rabinato y sinagogas, pero la calle israelí en sí es judía. Se puede vivir una vida judía plena y profunda. Nacés en Israel y aun sin entrar a una sinagoga podés llevar una vida judía debido a que tu idioma, tu nombre, la música que escuchás, el calendario en el que vivís, todo eso aporta un significado. Todo tiene un significado proveniente de los textos clásicos judíos. La vida judía israelí es algo que no hubo previamente en el mundo, tal vez en los tiempos del Tanaj, aunque no hubo lo que hay hoy: que en la calle vivís una experiencia judía totalmente laica.
– ¿Aquellos que estaban lejos del judaísmo están acercándose a su esencia o identidad?
– Hay un movimiento que se llama "renovación judía", que comenzó en los años \’70: israelíes comprendieron que quieren entender los textos nuevamente, pese a que no quieren ser rabinos, y el movimiento de estudio de los Batei Midrash y, ahora, de los preparatorios del Ejército es grandioso. Los jóvenes finalizan el secundario, posponen el ejército por un año, estudian de la mañana a la noche por voluntad propia y no reciben un título. Creo que hay un crecimiento del Estado, que antes era muy adolescente. A los 70 años hay una comprensión de que había algo de valor y no conviene dejarlo perder.
– ¿Qué quiere que suceda aquí?
– Veo aquí un potencial muy grande para la cultura hebrea. Creo que ésta puede conectar a judíos de diferentes filiaciones y que el limud (estudio) y el conocimiento de los grandes libros judíos pueden dar significados, vida y energía nueva a las kehilot. Cada una va cerrada en sí misma y creo que la cultura judía puede unirlas a todas. Hay una oportunidad aquí.
– ¿Cuál es la conexión entre su trabajo y el Seminario Rabínico?
– El Seminario envió gente a Israel y los Estados Unidos, de la cual aprendí mucho y vi que hay algo que me gustaba. Por eso vine a ver su origen. Creo que hay un espíritu cercano con Bialik, el hombre de la cultura judía.
– ¿Qué se debe hacer en materia educativa?
– Creo que, como en Francia, cada estudiante debe estudiar filosofía. Allá estudian literatura, poesía, música… En Rusia, por ejemplo, estudian a (el novelista Fiódor) Dostoievski. En Inglaterra estudian clásica. El pueblo judío debe estudiar también a sus tesoros, que son el idioma, Tanaj, Mishná, Talmud, Kabalá, Sidur, pensamiento judío, literatura, canciones… Lo que hay que darles a los chicos es el pasaporte para entrar a este mundo. A través del hebreo: estudiando y sabiendo. Desde el Jardín hay que enseñarles y darles "cubos de Lego". Y cuando sos grande, podés construir con ellos algo, contar cuentos, enseñar canciones, fiestas, Shabat porque cada cosa es parte del "Lego". No es simple, pero tampoco es complejo: cada día un poquito, simplemente hay que empezar día a día…. Los componentes tecnológicos también pueden ayudar.
– La Universidad Hebrea de Jerusalem existe antes que el Estado de Israel, ¿qué piensa al respecto?
– La Universidad Hebrea es el ejemplo del sueño de mi vida porque ellos hablaban de cultura hebrea y de que Israel sea el centro espiritual y cultural de los judíos hubiese o no Estado. Recibí el premio a la Educación Judía justo cuando la Universidad festejaba los cien años de su fundación y leí lo que dijo Bialik en ese momento: que la cultura de nuestro pueblo debe ser lo que nos mantenga unidos. Creo que la academia es la fuerza energética de la vida.