Itongadol.- El 14 de lyar es el día conocido como Pesaj Sheini [literalmente, "el segundo Pesaj"]. ¡Otro Seder! ¿Celebramos de Pesaj de nuevo? ¿No es suficiente un Pesaj?
La Torá nos dice que en el segundo año después del éxodo de Egipto, Di-s ordenó a los judíos celebrar Pesaj en el desierto. Cuando Moshé comunicó esta orden al pueblo, fue abordado por varios judíos que eran ritualmente impuros.
"¿Por qué debemos ser privados?" exigieron. "¿Por qué no podemos ofrecer el sacrificio pascual junto con el pueblo judío?" Sabían que eran ritualmente impuros, y sabían que una persona en esa condición no se le permite traer un sacrificio.
Pero ellos no querían ser dejados de lado. Reconocieron que ofrecer el sacrificio implica una experiencia espiritual conmovedora, y querían ser parte de ella. Con sentimiento sincero, se acercaron a Moshé y le pidieron que les permita participar.
Moshé reconoció que su petición era genuina y la transmitió a Di-s. Di-s respondió, diciendo a Moshé para instituir un segundo Pesaj. Un mes después del primer sacrificio de Pesaj, cualquier persona impura, en un viaje lejano, o impedido de otro modo llevar el sacrificio en el primer Pesaj, se le dio una segunda oportunidad. El día catorce del mes de Iyar, esa persona podía ofrecer el sacrificio pascual.
El 14 de lyar no es un día festivo (Iom Tov). Sin embargo, el día —en la época del Beit HaMikdash— era uno de regocijo para aquellos que cumplían con su obligación de traer la ofrenda de Pesaj. Por lo tanto, se considera en cierto modo especial y en él no se recita Tajanún.
Hoy en día, cuando no tenemos el Beit HaMikdash, se acostumbra a comer matzá, en recuerdo a la ofrenda.
Su significado espiritual:
El Rebe Anterior explicó, que la lección de Pesaj Sheini es que nunca es demasiado tarde para corregir el pasado y volver a Di-s. También hace hincapié en el poder de la iniciativa del judío. Cuando un iehudí clama desde lo más profundo de su alma, y con un genuino deseo de cumplir la voluntad de Di-s, Di-s hace caso a su petición y se lo concede.
Esto nos enseña que nada se pierde, que siempre hay una oportunidad para corregir nuestra situación. Incluso una persona que se siente distante de Di-s, o impuro, no debe desesperar.
Di-s es sensible a sus peticiones sinceras, y creará una oportunidad especial para que pueda acercarse.
La forma en que se instituyó esta celebración nos muestra la importancia de hacer demandas de Di-s.
Cuando un Judío siente un sincero deseo espiritual, deben insistir en que debe darse una oportunidad para la expresión espiritual. En particular, este motivo se aplica con respecto a la venida del Mashíaj. No se debe esperar pasivamente la Redención. En cambio, debemos persistir con terquedad sincera y positiva, en nuestros llamados para poner fin al exilio.
* Por el Rabino Eliyahu Touger (De Sijot En Inglés)