Agencia AJN.- La Liga Árabe celebró su reunión cumbre en la localidad de Al Zahran, en el este de Arabia Saudita, y fue bautizada como la “Cumbre de Jerusalén”. El rey saudí, Salman bin Abdelaziz, anunció que donará 150 millones de dólares para el programa de apoyo de los bienes islámicos en Jerusalén Este y otros 50 millones a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA). Esta decisión se produce después del anuncio de la Casa Blanca de que bloqueará 65 de los 125 millones que aportaría en 2018.
El rey Salman aseguró que el problema palestino es “prioritario y lo será hasta que el pueblo hermano palestino consiga todos sus derechos legales, basados en el establecimiento de un Estado independiente con Jerusalén Este como capital”.
En este sentido, el comunicado final de la cumbre advierte: “Jerusalén permanecerá como la capital de la Palestina árabe. Además, advertimos sobre la toma de cualquier medida que tenga como objetivo cambiar el estatus legal actual de Jerusalén, ya que esto repercutirá en Oriente Medio”. En el texto, los países firmantes también califican de “ilegal” la decisión del presidente norteamericano de reconocer Jerusalén como capital de Israel.
Respecto de Irán, el monarca acusó a ese país de intentar “desestabilizar la seguridad” de la región, interferir en asuntos de otros Estados y “difundir el sectarismo”. Además, los participantes condenaron a las milicias hutíes apoyadas por Irán, que – desde Yemen – lanzan misiles hacia Riad y otras localidades sauditas y han intensificado sus ataques en las últimas semanas. En este sentido, el encuentro no pudo llevarse a cabo en la capital saudita precisamente por este motivo, los frecuentes bombardeos hutíes desde Yemen y se reunió en una zona más segura del país.
Cabe señalar que durante la cumbre de los países árabes no se planteó lo sucedido este último fin de semana en Siria – el ataque combinado de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña – ni la utilización de armas químicas por parte del Gobierno de Bashar al Assad. En la declaración final, la Liga Árabe exhorta a “encontrar una solución política a la crisis siria y detener el derramamiento de sangre”.