La Liga Árabe, nace en 1945, con las “buenas intenciones de garantizar el futuro de sus miembros, pero los deseos no preñan. Hoy son un simple club de personas que se reúnen para repartirse intereses. Dedican su tiempo a promover la destrucción y el boicot a Israel, sólo se toman fotos con dirigentes que están destruyendo al mundo y no luchan por preservar la vida de los suyos.
Los dirigentes la Liga pasan los veranos más escandalosos y groseros en Marbella; días más tarde se ven protestando y leyendo discursos, que ya nadie quiere escuchar, hoy “son pobres porque solo tienen dinero”. Ya no son civilización.
La Liga Árabe no actúa donde el maltrato es frecuente, pues allí hay intereses y se debe ser paciente.
Los 300 mil fallecidos en el conflicto de Siria, simplemente no existen. Las armas biológicas, que se prueban en contra de la población civil, mucho menos; el sufrimiento de los cristianos desplazados y masacrados para ellos es un cuento y así sucesivamente.
Curiosamente, y de pronto se reúnen, de emergencia, para llamar la atención del mundo porque miles de víctimas palestinas, dirigidas por terroristas, tratan de entrar a Israel pues ese es, supuestamente, un territorio que les corresponde desde hace 11 mil años: es decir, más o menos, Adán y Eva eran palestinos. ¿Qué pretenden, que les abran las puertas, del vecino? “eso y la cara de D-os, no la verán”.
Los terroristas de Hamás han quedado al descubierto por elegir nuevamente a inocentes como herramientas de terror para llevar a cabo sus estrategias. Distraen a la gente de Gaza y del mundo de los problemas reales, que ellos mismos han causado a su propia gente, pero hoy ya no les creemos.
Queremos ver la solidaridad de la Liga Árabe recibiendo a los refugiados y no comprando voluntades para que Europa se encargue de un paquete que nos les pertenece. En los países árabes están las condiciones idóneas, de idioma y cultura para reinsertarlos en la sociedad; la tarea es de ellos, que asuman su responsabilidad.
La Liga conseguirá credibilidad cuando veamos iglesias y sinagogas en sus países, o se aprecien las protestas para reivindicar los derechos de la mujer, por ejemplo.
“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca sucedió”
¿Hasta cuándo?
Publicado en https://globovision.com/article/hablo-la-liga-arabe