Itongadol.- El tribunal de apelación de Jerusalem dictaminó que la deserción del ejército de Eritrea podría ser un motivo para otorgar el estatuto de refugiado.
Un tribunal de apelación de Jerusalem que se ocupa de inmigración publicó el jueves un veredicto precedente que podría afectar la forma en que se examinan las solicitudes de asilo presentadas por miles de ciudadanos eritreos actualmente en Israel, lo que obstaculiza el plan del primer ministro Benjamín Netanyahu de deportar a inmigrantes a Ruanda a partir del 1° de abril.
El juez Elad Azar criticó a la Autoridad de Población e Inmigración por no revisar las solicitudes de asilo de los eritreos individualmente, prefiriendo rechazarlas a priori siguiendo la postura básica del Ministerio del Interior según la cual "el mero acto de esquivar o desertar del ejército de Eritrea no constituye en sí mismo motivo para que se le conceda el estatuto de refugiado".
El veredicto de Azar se pronunció sobre una apelación hecha por un hombre eritreo que desertó del servicio militar en su país de origen.
"El apelante probó con suficiente validez una sospecha bien fundada de persecución debido a las opiniones políticas que le atribuye el régimen de su país como resultado de su deserción", declaró el tribunal, que ordenó otorgarle el estatuto de refugiado dentro de los 45 días.
Por lo tanto, se convertirá en la 12° persona del país del noreste africano en recibir el estatuto de refugiado en Israel, de un total de 8.259 solicitudes presentadas hasta el final de 2017.
La mayoría de los eritreos en Israel desertaron del ejército de su país, en el que la mayoría de los ciudadanos se ven obligados a servir durante períodos prolongados a partir de los 18 años, a veces indefinidamente.
Sin embargo, el servicio militar en el país no se limita a misiones estrictamente militares, y los grupos de derechos humanos lo describen como trabajo forzoso por salarios mínimos. Los ciudadanos que se niegan a servir o intentan escapar son arrestados, torturados e incluso asesinados.
La mayoría de los países occidentales aprueban pedidos similares de asilo por desertores a una tasa del 70-90 por ciento.