Itongadol/AJN.- Desde 2012, las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) llegaron a dominar partes de Siria cuando las fuerzas del régimen colapsaron y se concentraron en luchar contra los rebeldes.
El 20 de enero, Turquía lanzó la Operación Olive Branch, cuyo objetivo es limpiar a las YPG, que llaman "terroristas", en la zona de Afrín en el noroeste de Siria. El ejército turco aseguró que más de 200 miembros del YPG fueron asesinados en operaciones que involucran cientos de ataques contra objetivos, utilizando tanques, tropas terrestres y aviones de guerra.
La ofensiva marca una escalada en el conflicto ya complejo y letal que corre el riesgo de crear una brecha entre Washington y Ankara, abriendo una nueva línea de frente que complica aún más los intentos de resolver la guerra siria.
Los kurdos en Siria históricamente sufrieron una grave discriminación a manos del régimen de Assad.Fueron sometidos a la arabización forzada y su cultura fue atacada.
A muchos se les negó la ciudadanía. Desde 2012, bajo la égida de nuevas libertades, fueron un baluarte contra el Estado Islámico y se convirtieron en socios clave de la coalición liderada por los Estados Unidos que luchan contra el ISIS.
El YPG también está relacionado con el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que pelea un conflicto de varias décadas con Turquía y que Ankara y otros países consideran una organización terrorista. Al igual que otros grupos en la región, el YPG por lo tanto combina orígenes problemáticos con un intento actual de cambiar su imagen. Estados Unidos fue cuidadoso en sus declaraciones, indicando que está trabajando con las Fuerzas Democráticas Sirias, que es un grupo que contiene el YPG.
Turquía se quejó a Washington durante años sobre las transferencias de armas al YPG y acusó a Estados Unidos de reclutar un "ejército terrorista" en Siria. A medida que la guerra contra ISIS decae, Turquía ve una amenaza en su frontera y Estados Unidos aumenta su presencia en el este de Siria. A mediados de enero, la coalición anunció planes para expandir el entrenamiento de una fuerza de estabilización en el este de Siria. Ankara aumentó su retórica y dijo que lanzaría una operación contra Afrín.