El ministro de Exteriores de Israel, Silván Shalom, afirmó que no hay ninguna amenaza concreta sino que se trata de un mecanismo automático de emergencia.
‘Es algo que hay que hacer porque estamos en una época que no es para nada simple, y siempre hay numerosos grupos terroristas que están interesados en atacar a Israel y para ellos un blanco diplomático es un objetivo de calidad’, manifestó el ministro.
La embajada de Israel en Tashkent ha informado que el supuesto suicida abatido esta mañana a la entrada de la legación diplomática no llevaba explosivos, sino un artefacto ficticio.
Agentes de seguridad israelíes y uzbekos detectaron la presencia del sospechoso porque llevaba un abrigo largo cuando la temperatura era veraniega y aparentaba ser un chaleco explosivo.
Los agentes le ordenaron detenerse y al desoír éste la orden le dispararon primero a las piernas y después en la parte superior del cuerpo.
Sin embargo, los artificieros uzbekos que revisaron el cadáver descubrieron únicamente un chaleco sin explosivos, según la radio pública israelí.
El embajador israelí explicó que tras los atentados suicidas del año pasado contra la embajada de Israel y de Estados Unidos en esa misma capital, y a raíz de la actual situación de crisis en Uzbekistán, todos los agentes en la embajada estaban en estado de alerta y decidieron no correr riesgos.
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