Agencia AJN.- El impulso de la administración de Trump para las conversaciones de paz entre israelíes y palestinos no será destacado esta semana en la Asamblea General de la ONU, donde el presidente dará prioridad a preocupaciones de seguridad nacional más urgentes.
Se espera que en su primer discurso ante el organismo internacional, el presidente Donald Trump se centre más en su enfrentamiento con Corea del Norte, el programa nuclear de Irán y la amplia amenaza del violento extremismo religioso.
Pero para su equipo de paz en el Medio Oriente, el proceso de negociaciones continúa en su larga trayectoria, junto a la cual la Asamblea de la ONU no es más que una semana fija en el calendario.
“Alcanzar la paz entre los israelíes y los palestinos sigue siendo una de las prioridades más altas del presidente, pero las reuniones de las Naciones Unidas se centrarán principalmente en otros asuntos y servirán como oportunidades de registro”, aseguró un funcionario de la Casa Blanca.
“Jared Kushner, Jason Greenblatt y Dina Powell acaban de salir de un viaje muy productivo a la región, y esas conversaciones de paz continúan a un ritmo constante y serán principalmente separadas de las reuniones de las Naciones Unidas”, añadió.
Aunque no se espera que el equipo de paz de la administración realice progresos tangibles en Nueva York, Trump se reunirá con el primer ministro Benjamín Netanyahu y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, en torno a su discurso del martes.
Por su parte, el asesor de seguridad nacional de Trump, H. R. McMaster, asegura que elevará sus esperanzas de paz con prácticamente todos los líderes extranjeros que conozca durante la semana. “Por supuesto, el presidente hablará sobre las perspectivas de una paz duradera entre Israel y los palestinos, entre una amplia gama de asuntos regionales, con todos los líderes con los que se reunirá durante la semana”, expresó McMaster.
Pero el trabajo real de reunir a ambas partes alrededor de la misma mesa -una seria negociación en marcha, destacan los funcionarios- no se intensificará junto con estas reuniones. Un funcionario expresó que la administración espera que ambos líderes continúen hablando a sus bases políticas.
La embajadora de Trump en las Naciones Unidas, Nikki Haley, fue considerada el perro de ataque de la Administración en la escena internacional en los últimos meses y defendió arduamentemente a Israel contra cuerpos de la ONU, los que Estados Unidos considera sesgados sistemáticamente contra el Estado judío.
En gran parte debido a este sesgo, la Casa Blanca amenazó con recortar importantes niveles de financiamiento a varias agencias de la ONU.
Trump podría repetir esas amenazas en su discurso del martes, manifestó Haley a periodistas el viernes.
“Yo personalmente creo que golpea a la gente adecuada, abraza a la gente adecuada y, al final, saldrá con Estados Unidos siendo muy fuerte”, destacó.