Itongadol.- Han pasado ocho meses desde que se decidió permitir el ingreso de 1300 inmigrantes judíos de Etiopía pero ni una sola solicitud fue procesada por los funcionarios. Las razones citadas incluyen la falta de aire acondicionado en la embajada de la capital etíope, Adís Abeba.
Discursos y banderas flameaban en el Aeropuerto Ben Gurion, en Tel Aviv. Los líderes de la Agencia Judía como Natan Sharansky y la Ministra de Inmigración, Sofa Landver, aplaudieron el comienzo de una nueva era, la cual traería aproximadamente a 1300 etíopes a Israel cada año hasta que los 9,000 judíos que aún viven ahí lleguen al estado hebreo.
Pero ocho meses pasaron desde la decisión del gobierno y solo pocas decenas de personas llegaron en octubre en el primer y único vuelo que dejó pasajeros en su nueva nación.
Sin tener en cuenta el alto perfil de la campaña y lo muy celebrado que fue el acuerdo, ni un miembro de la comunidad judía de Etiopía ha tenido un pedido de inmigración procesado por el Ministro del Interior a la fecha. Tampoco fue concedido ningún permiso para ingresar al país.
Los primeros y únicos que arribaron desde el país africano llegaron gracias a la moratoria que previene la llegada inmediata para poder presupuestar las locaciones para su absorción. Pero las promesas del gobierno no fueron cumplidas y las llegadas a Israel no siguieron dejando la masa migrante en Etiopía.