Itongadol.- El Hogar LeDor VaDor, fundación dedicada al cuidado de adultos mayores a través de los programas de alto contenido social, compartió la historia de Gilberto Hirsh, un hombre de 72 años que se salvó del régimen nazi que arrasaba con los judíos en Europa.
Gilberto Hirsh nació en Abril de 1941 en París, en el seno de una familia judía polaca. Sus padres habían emigrado desde Polonia en el año 1939 escapando del régimen nazi que arrasaba con los judíos de Europa, pero al poco tiempo, fueron encontrados, deportados a Auschwitz y asesinados. Con tan sólo 2 años, Gilberto se salvó.
Regina, una amiga de la familia, a quien más tarde terminó adoptando como abuela, se hizo cargo del niño escapando a una ciudad en los Alpes Franceses donde encontraron refugio, albergados por una familia de campesinos. Al poco tiempo, Regina se unió a los Partisanos y Gilberto se quedó con ellos.
Con los nazis acechando, los campesinos que cuidaban de Gilberto decidieron preservar su vida, vistiéndolo de nena para que no tuviera que pasar por una revisión física que pudiera exhibir su condición de judío. Así pasó su infancia Gilberto hasta que al terminar la guerra, Regina volvió a buscarlo y juntos volvieron a París. Pero al encontrarse solos y sin ayuda, Gilberto debió ser internado en un orfanato.
En el año 1947, José Furmanski, su abuelo materno que había sobrevivido a la guerra, volvió a Paris buscando a Gilberto. Él y Regina comenzaron una relación y los tres emigraron a Brasil y luego a la Argentina. Aquí tenían que trabajar y adaptarse a una nueva vida, por eso los abuelos decidieron internar a Gilberto en el Hogar de Burzaco hasta que tuvieran suficiente sustento económico para vivir los tres. En Burzaco vivió un año y luego regresó con su familia para comenzar una nueva vida.
En 1963, su abuelo José falleció enfermo de cáncer, teniendo que hacerse cargo del negocio familiar que tanto esfuerzo había costado. Pero ni Gilberto ni Regina estaban preparados para hacerlo. Los cambios y la inseguridad llevaron a Gilberto a una gran inestabilidad emocional. Luego de la muerte de Regina en 1991, Gilberto deambuló por distintos países, Israel, Uruguay, Argentina, donde se estableció definitivamente en 2008.
A los 70 años, fue incluido en el Programa de Sobrevivientes de la Fundación Tzedaká, donde participó de actividades y talleres, y a través del cual recibió contención emocional y seguimiento psicológico y psiquiátrico. Además, fue ayudado económicamente con el alquiler de vivienda y la asistencia de una enfermera para acompañarlo.
En octubre, tras una caída en la que se fractura la cadera, PAMI lo derivó al Hospital Pirovano. Luego de tres cancelaciones de cirugía y un mes de internación, fue finalmente operado y dado de alta, pero necesitaba rehabilitación y asistencia urgente.
Ezequiel, uno de sus conocidos del Templo de Olleros, conmovido por la situación, se acercó al Hogar solicitando ayuda inmediata para él, y junto al Programa de Sobrevivientes realizaron los trámites de pre admisión al Hogar, a donde pudo ingresar el pasado 17 de Noviembre. Su rehabilitación comenzó inmediatamente y hoy se encuentra asistido por los profesionales del Hogar, donde su presente tendrá un rumbo mejor.
Realizar esta Mitzvá es posible gracias a la calidad y cantidad de donantes comprometidos e identificados profundamente con los valores de la Tzedaká, Justicia Social, que comparte todo el personal profesional del Hogar LeDor VaDor.