AJN.- Las autoridades turcas pusieron bajo custodia policial a la familia del presunto autor del atentado terrorista de Año Nuevo en la discoteca Reina en Estambul, en el que 39 personas resultaron muertas y 70 heridas. Expertos aseguran que el atacante era “profesional, con entrenamiento militar” y que se cambió y borró sus huellas antes de huir.
De acuerdo con el diario Hürriyet, "la policía conoce la identidad del atacante y su familia está en custodia policial". Las autoridades publicaron su fotografía, pero no dieron a conocer sus datos personales. El periódico indica que las investigaciones apuntan a que el terrorista llegó desde Siria a Turquía, estableciéndose en noviembre de 2016 en la ciudad de Konya, en el centro del país, acompañado de su mujer y dos hijos.
Además, Hürriyet cita a un experto en contraterrorismo, Abdullah Ağar, que asegura que en las imágenes, "el atacante se ve decidido, confiado, práctico, de sangre fría, experto y como alguien que sabe cómo obtener el mayor resultado".
“Probablemente ya disparó en verdaderas zonas de combate. No dudaba en disparar contra personas inocentes. Es absolutamente un asesino y lo más probable es que haya disparado contra humanos antes ", agregó Ağar.
Los informes iniciales de la policía sugieren que el atacante podría provenir de Uzbekistán o Kirguistán. También se está investigando la posibilidad de que el terrorista pueda ser de Xinjiang, en el este de China y tener alrededor de 25 años de edad, según un informe del diario Habertürk.
Según los especialistas que examinaron las imágenes de las cámaras de seguridad, el hombre se ve capacitado profesionalmente sobre cómo usar el arma. Estaba vestido con una camisa verde, un par de pantalones oscuros y botas negras, y apuntaba a la parte superior del cuerpo de las personas que estaban en la discoteca. Según investigadores citados por la prensa local, durante el ataque cambió seis cargadores y disparó más de 180 balas.
Todavía no está claro cuántos minutos pasó el terrorista dentro de la discoteca antes de huir. Una vez que entró subió al primer piso y comenzó a disparar, después bajó y continuó atacando. Según testigos, también a la cabeza de algunas personas que ya estaban tendidas en el suelo. Después se fue a la cocina, donde permaneció durante 13 minutos. Se quitó el abrigo, se cambió la ropa y escapó entre la gente, el pánico y el caos en el lugar. Antes de salir limpió su arma y la dejó en la escena del crimen.
Luego se metió en un taxi y viajó hasta la zona de Kuruçeşme, donde le dijo al conductor que no tenía dinero para pagar.
Los investigadores encontraron un total de 500 Liras turcas en el bolsillo del abrigo que dejó en la discoteca Reina, y la policía está investigando si llevaba dos abrigos cuando entró al club.