Itongadol.-Nos encontramos una vez más al umbral de Rosh Hashana, y más allá que cada uno lo experimente de otra manera, es para todos una chance de reseteo interno, de volver a nuestro fuero más esencial, a nuestra verdad única, personal e intransferible, una oportunidad para reencauzar nuestra energía y darle espacio de expresión a nuestra voz interna. (léase: teshuva).
(Rosh) Hashana también puede interpretarse como “cambio”, a veces para lograr la mencionada teshuva, hace falta primero tener el coraje de ejecutar ciertos cambios. Despegarnos de actitudes que nos encadenan o entorpecen el camino.
Para eso tenemos una semana de selijot, ya que el primer paso del cambio es el reconocimiento del error.
Equivocarse es humano, no reconocerlo- es más humano aun!
Las selijot son una invitación a superar el miedo a sentirse vulnerable, a trascender la muralla de la actitud defensiva, a atreverse a reconocer errores y embarcar el camino hacia la versión mejorada de este ser que hoy como grupo festeja 5777 años.
El sonido del shofar es un llamado. “Shofar” viene de la palabra leshaper que significa mejorar, embellecer.
No hablamos de una belleza externa, adquirida, incorporada por rutina, aquella que uno se “viste” encima a elección de la sociedad, sino de la verdadera belleza que poseemos dentro, que solo debemos revelar, y para eso hay que estar dispuesto a quitarse todos los disfraces que vamos vistiendo a lo largo de la vida.
El rey nos inscribe para vida buena, pero somos nosotros quienes coronamos y designamos al rey. Aprovechemos el rol protagonista que Hashem nos dio en este proceso, para re-escribir nuestra historia en tiempo real.
Lejaim! Leshana tova tekatev tetejatem!
*Desde Tzfat Israel