Inicio MEDIO ORIENTE Mientras la guerra de Israel contra Irán entra en su segunda semana, su misión se prolonga – análisis

Mientras la guerra de Israel contra Irán entra en su segunda semana, su misión se prolonga – análisis

Por Gustavo Beron
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Itongadol/Agencia AJN.- Israel entró en su segunda semana de guerra con la noticia de que las FDI llevaron a cabo nuevos ataques aéreos en Irán, eliminando a varios altos mandos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica. Además, al parecer, el líder supremo de Irán, el ayatolá Khamenei, estaría preocupado por ser uno de los próximos objetivos de la campaña.

Aunque el volumen de misiles lanzados por Irán contra Israel ha disminuido, no hay señales claras de que Teherán esté dispuesto a rendirse. Esto significa que una campaña que comenzó el 13 de junio y que se esperaba que durara algunas semanas, podría prolongarse aún más. Así lo advirtió el jefe del Estado Mayor de las FDI, teniente general Herzi Halevi, el viernes: Israel debe prepararse para una campaña “prolongada” para “eliminar una amenaza de esta magnitud”.

Mientras tanto, los medios internacionales también comienzan a reflejar esta incertidumbre sobre lo que podría ocurrir. CNN tituló el 21 de junio: “La demora de dos semanas de Trump en decidir un ataque a Irán deja a Israel en el limbo”. NBC describe el conflicto como “prolongado” mientras “fracasa la diplomacia”.

Los primeros días de guerra de Israel: Un éxito sin precedentes

No hay duda de que los primeros días de la guerra fueron un éxito sin precedentes para Israel. Irán fue tomado por sorpresa. Sus defensas aéreas resultaron insuficientes, e Israel logró rápidamente superioridad aérea en el espacio aéreo iraní. Irán respondió con misiles balísticos, pero Israel destruyó muchos de sus lanzadores, quizás más del 50%. Además, se atacaron los propios misiles y las instalaciones de producción. Esto reduce el temor de que Irán pueda producir decenas de misiles al mes o acumular un arsenal de miles que eventualmente pueda saturar las defensas aéreas de Israel. Sin embargo, también se reportan posibles problemas en el suministro de interceptores israelíes.

Antes del ataque, el 12 de junio, Israel enfrentaba varios plazos desfavorables. No quería que Irán lograra asegurar un acuerdo que le permitiera enriquecer uranio y continuar su camino hacia un arma nuclear. Tampoco quería que el programa de misiles iraní siguiera creciendo. Sin embargo, también contaba con factores favorables: Irán estaba más débil que en el pasado, y sus milicias proxy, tanto en Líbano como en Cisjordania y Gaza, estaban golpeadas.

No obstante, Irán es un país grande y no ha dado señales de que vaya a rendirse. Tiene experiencia en guerras largas, como la que sostuvo contra Irak en la década de 1980.

¿Está debilitado el régimen iraní por dentro?

Algunos sostienen que el régimen iraní es internamente débil y que podría ser derrocado por grupos disidentes. Sin embargo, la oposición está dividida. Los grupos nacionalistas persas o monárquicos acusan a las minorías (kurdos, baluchis, azeríes y árabes) de ser “separatistas”, lo que genera tensiones internas y facilita que el régimen los divida. Además, es más fácil para Irán movilizar fuerzas para reprimir disidencias que para construir más misiles o defensas antiaéreas.

Hay varias incógnitas en juego. Una es la seguridad interna del régimen. Otra es si Irán posee más misiles ocultos que aún no ha revelado. También está la posibilidad de que Irán busque un acuerdo con Occidente, lo que podría derivar en presiones sobre Israel para detener los bombardeos.

El mayor interrogante es si Estados Unidos intervendrá directamente en la guerra. Trump probablemente quiera objetivos claros y una vía concreta hacia la victoria. Ya mostró con los hutíes que no le gustan las campañas abiertas e interminables. Aunque está impresionado con los logros iniciales de Israel, no quiere enviar tropas a combatir en Irán. Podría preguntarse si los bombardeos de precisión serán suficientes para derrotar al régimen. Está observando. Si la operación israelí se percibe como una campaña sin fin, surgirán dudas.

Por ejemplo, Israel comenzó con el objetivo de frenar el programa nuclear y debilitar el arsenal misilístico iraní. Luego, su ministro de Defensa habló de eliminar al propio ayatolá. Mensajes contradictorios sobre si los civiles de Teherán “deberían pagar el precio” han generado preocupaciones de que esta guerra se convierta en algo similar a lo que fue la guerra de Gaza de más de 600 días.

Israel no ha demostrado en conflictos recientes que pueda lograr una victoria total. En Gaza, las FDI tienen varias divisiones desplegadas, pero no logran derrotar a Hamás. En Líbano, Hezbolá aceptó una tregua, pero Israel sigue llevando a cabo ataques aéreos, lo que también luce como una campaña indefinida. Irán es un desafío mucho mayor. Aunque Israel ha logrado dañar el programa nuclear —con ataques a Natanz, Arak y laboratorios en Isfahan—, el desafío sigue vigente.

La gran pregunta es si la campaña aérea logrará todos sus objetivos: destruir el programa nuclear, acabar con la amenaza misilística y eliminar a líderes del IRGC. Algunos objetivos atacados, como helicópteros y aviones viejos que ni siquiera están en funcionamiento, parecen más simbólicos o evidencia de que la lista de objetivos se está agotando. ¿Vale la pena gastar municiones en aviones de 50 años? Israel sigue demostrando capacidad para enviar aviones diariamente al espacio aéreo iraní, pero eso no garantiza una victoria completa. El 20 de junio, las FDI informaron que 15 cazas completaron ataques contra lanzadores de misiles en el oeste de Irán.

Irán ha reducido el volumen de sus ataques con misiles. Israel ha logrado interceptar cerca del 99% de los drones enviados por Irán, lo cual es una buena noticia. Pero ningún sistema de defensa es perfecto, y los drones iraníes son fáciles de producir.

La gran incógnita es si esta campaña terminará convirtiéndose en otra guerra prolongada, como la de Gaza. Israel ha mostrado resiliencia, pero este conflicto podría no ser tan sencillo como parecía al principio. Si Estados Unidos logra presionar a Irán para alcanzar un acuerdo, podría ser el escenario ideal. Sin embargo, eso significaría que Israel inició una guerra que luego dependerá de Washington para concluir. Eso podría generar complicaciones en el futuro.

Autor: Seth J. Frantzman
Fuente: The Jerusalem Post

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