Itongadol/AJN.- Iom Hazicarón Lejalelei Maarajot Israel Venifgaei Peulot Haeibá (Día de Recordación de los Caídos en las Guerras de Israel y las Víctimas de Actos de Odio) es mucho más que lo que su nombre indica, ya que se trata de una jornada de duelo nacional que se conmemora desde 1949 (5709, según el calendario hebreo), al año siguiente de la independencia del Estado de Israel.
Ello acontece el 4 de íar del calendario hebreo, que este año es el martes 3 de mayo al atardecer, el día anterior a Iom Haatzmaút (Día de la Independencia).
En rigor, la rememoración no se limita a las tropas, sino que también se honra a las bajas pertenecientes a la Policía, la Gendarmería, la Defensa Civil, el Servicio Penitenciario y demás organismos de seguridad e inteligencia que dieron su vida por el establecimiento y posterior defensa del Estado judío.
Y a partir de 2005 se agregaron las víctimas civiles de atentados terroristas.
Existen tres estadísticas diferentes que se dan a conocer en vísperas de esta jornada: los caídos en el último año, las víctimas desde el comienzo de la Guerra de Liberación (1947-1949, entre la Resolución de Partición y la firma de los armisticios) y los 1.626 fallecidos desde 1860, cuando los judíos jerosolimitanos dejaron la Ciudad Vieja para asentarse fuera de sus murallas.
En esta oportunidad 56 soldados murieron durante su servicio militar desde el último Día de los Caídos en Israel, según cifras publicadas por el Ministerio de Defensa.
Otros 84 veteranos discapacitados murieron debido a complicaciones por lesiones sufridas durante su servicio.
Durante esta fecha, un país virtualmente paralizado visita cementerios y se reúne en familia porque todos tienen alguien a quien recordar.
La ley estipula el cierre de todos los lugares de entretenimiento del país, el arrío de las banderas a media asta y el encendido de velas recordatorias en edificios públicos y sinagogas.
Los homenajes comienzan a las 20 hs., con el toque de una sirena por un minuto y el encendido de una llama votiva en la explanada del Kotel (Muro Occidental) por parte del Presidente y el jefe de Estado Mayor de la Fuerza de Defensa de Israel.
Se acostumbra visitar los 44 cementerios militares y los numerosos memoriales emplazados en todo el país, y cada tumba de un héroe o mártir recibirá una vela, un ramillete de flores y una banderita israelí con una cinta negra con la inscripción “Izcor” (en memoria).
Todos los sepulcros son arreglados y preparados previamente para la ocasión.
Al igual que en la noche anterior, el transporte público se detendrá, los conductores particulares descenderán de sus autos y los transeúntes y la gente en sus casas se pondrá de pie y la acompañará en silencio.
La principal ceremonia oficial se realizará en el camposanto nacional ubicado en el monte Herzl de Jerusalem.
A pesar de ser un día de duelo, los niños concurren a las escuelas, aunque vestidos de negro y blanco, y allí reciben una calcomanía con una rosa y la palabra “Izcor”.
Muchos soldados regresan a sus secundarios de uniforme para participar en el acto de recordación, juntos con estudiantes que pronto se les sumarán y padres de ex alumnos que son honrados en la ceremonia.
La fecha recuerda a todos los soldados israelíes, no solo a los judíos; esto es, drusos, circasianos y beduinos, quienes tienen un memorial que recuerda a los caídos en el cruce Hamovil, en el nordeste del país.
Más allá de los ataques y atentados terroristas perpetrados en los últimos 150 años, Israel atravesó 7 guerras (de Liberación, 1947-1949; Campaña del Sinaí, 1956; de los Seis Días, 1967; de Iom Kipur, 1973; las dos del Líbano, 1982 y 2006; y la reciente en la Franja de Gaza), además de dos Intifadas palestinas (1987-93 y 2000-2004, con una pluralidad de atentados suicidas) y numerosos operativos militares de menor o gran escala.
Por ello, otra de las “costumbres” es que las fuerzas de la seguridad estén en estado de alerta máxima en Israel y los territorios, ante la posibilidad de ataques terroristas.
Con la caída de la tarde, Iom Hazicarón culminará con una oración especial de Izcor y una sirena que marcará el fin de esa jornada de tristeza, muerte y dolor nacional y el comienzo de los festejos de Iom Haatzmaút, que simbolizan alegría, vida y futuro.
En el mismo monte Herzl, a las 20 hs., se encenderán 12 antorchas, una por cada tribu del Pueblo de Israel.
En la Diáspora también se honra a todos los caídos, especialmente a los oriundos de esas naciones.