Itongadol.- El programa educativo Marcha por la Vida, que lleva a miles de participantes a conocer campos de concentración nazis en Polonia y luego Israel, inició el camino hacia el 80° aniversario del fin de la Shoá en Budapest, donde se conmemoraron los también 80 años de la destrucción de la comunidad judía de Hungría.
La marcha partió de la Gran Sinagoga y fue encabezada por 80 sobrevivientes de ascendencia húngara, entre ellos Aviva Keinan y Marian Miller, de Israel.
«Mi madre llegó a la estación de tren y le dijeron que no podía ir a trabajar con una niña, que volviera al gueto. Si ella me salvó o yo a ella ya es una cuestión de perspectiva», contó la primera.
También se hizo un acto junto a la estatua de la heroína Hannah Szenes, cuya familia también era de Budapest. La estatua está cerca del centro de detención donde fue ejecutada.
En la ceremonia principal, Miller interpretó una canción escrita por su primo Gabor Ardash -It is not really goodbye- con el cantante Tal Sondak. Gabor escribió la canción antes de su ejecución en el Danubio. Tenía solo 13 años.

«A 80 años de la Shoá de los judíos húngaros y a 120 años del fallecimiento del visionario del Estado, Theodor Herzl, estamos aquí juntos y decimos nunca más. Nunca más es ahora», afirmó Ifat Ovadia-Luski, presidneta del Keren Kayemet LeIsrael (KKL), haciendo referencia también a la masacre perpetrada el 7 de octubre por terroristas palestinos en Israel.
«Hace apenas dos meses, mientras servía en Gaza, tropecé con un escalofriante recordatorio de este oscuro capítulo de la humanidad. Encontré este libro, Mein Kampf (Mi lucha), escrito por Adolf Hitler, entre las pertenencias de los comandantes de Hamas en Beit Hanoun. En ese momento recordé la amenaza duradera del odio y intolerancia», relató Ben-Tzion Davidi, comandante de un batallón de paracaidistas del Ejército israelí y titular de la División de Relaciones Externas del KKL.
A su turno, Baruch Adler, cofundador y vicepresidente de Marcha por la Vida, recordó a su madre Eva, quien «emergió de los horrores de la Shoá rescatada por las manos de un humilde aldeano ucraniano, uno de los Justos de las Naciones que la protegió de las garras de una muerte cruel arriesgando su propia seguridad y la de su familia. Un faro de bondad humana, una luz en medio de la oscuridad… La vida de mi madre quedó marcada para siempre por la pérdida de sus seres queridos; sin embargo, resucitó de las cenizas del genocidio, dolorosamente consciente de un mundo que a menudo se volvió ciego para ayudar a nuestro pueblo».
Finalmente, Avi Dickstein, vicepresidente de Marcha por la Vida, destacó: «Esta tarde marchamos en Budapest para recordar y honrar de todo corazón a los 40.000 judíos que fueron asesinados aquí por el régimen nazi».

El evento terminó en la estación de tren de Keleti, desde donde partieron los primeros transportes hacia Auschwitz en la primavera boreal de 1944.
Al finalizar la ceremonia, el “Tren de los Vivos” embarcó hacia Oświęcim con 500 estudiantes, quienes realizaron una vigilia nocturna conmemorando los “trenes de la muerte” que partieron de esa estación con más de 400.000 judíos húngaros.
Unos 565.000 judíos húngaros fueron asesinados durante la Shoá, en Auschwitz-Birkenau, a orillas del río Danubio y en las «Marchas de la Muerte» a Austria.
También participaron en la marcha el presidente de la Agencia Judía, Doron Almog, creadores de contenidos para redes sociales y miles de manifestantes.