Itongadol.- En una entrevista con el diario La Nación, Galit Ronen destacó la decisión del gobierno de Macri de incluir a Hezbollah dentro de las organizaciones terroristas. Fue cautelosa al opinar sobre el fallecido fiscal Alberto Nisman como sobre un posible retorno del kirchnerismo al gobierno argentino.
La embajadora de Israel en la Argentina, Galit Ronen, afirmó que los atentados a la Embajada israelí como el ataque a la sede de la AMIA siguen siendo “una herida abierta que no cicatriza” al tiempo que definió como un “avance” la decisión del gobierno de Mauricio Macri de caratular a la organización Hezbollah como grupo terrorista.
En una entrevista que publica el diario La Nación, Ronen, quien acaba de iniciar su misión en Buenos Aires, expresó su deber es “mejorar las relaciones entre la Argentina e Israel”.
“Haré lo máximo para tener éxito, las relaciones son no solo entre los gobiernos, también están los vínculos personales y la relación entre las personas”, explicó.
Consultada sobre los próximos pasos que debería dar la Argentina tras declarar a Hezbollah como grupo terrorista, la diplomática sostuvo que la decisión del gobierno de Macri “es un avance, no solo para Israel, sino para todos aquellos que están contra el terrorismo, en la guerra contra el terror”.
“Es un derecho de todos nosotros vivir en paz. La Argentina fue el primero, Paraguay también lo hizo y dicen que también lo hará Brasil. La Argentina es el líder del continente en ese punto”, completó.
Cuando se le preguntó si Israel presionó para que la Argentina tomara esa posición, Ronen dijo: “El terrorismo va adonde puede, lo hemos visto en distintas partes del mundo, Hezbollah es un proxy de Irán. Pero aquí fue una iniciativa de este gobierno, y también de otros países. Todos estamos con el mismo objetivo: es la misma guerra por la paz”.
En cuanto a la posibilidad de que haya un cambio de gobierno en la Argentina, tras los resultados de las elecciones primarias donde el candidato más votado fue el kirchnerista Alberto Fernández, la embajadora contestó que su tarea es “mejorar las relaciones, de cualquier forma que pueda”. “Lo voy a seguir haciendo, y las elecciones son decisión de los argentinos”, añadió.
Sobre la muerte del ex fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, la embajadora indicó que si bien no llegó a conocerlo por la información a la que accedió fue “una gran pérdida, un hombre sabio y justo que perdió su vida”.
“El terrorismo es un drama humano. Llegué el 16 de agosto al país, fui a la plaza donde estaba la embajada, vi los nombres allí escritos. Es algo muy personal, podría haberme pasado a mí o a cualquiera. No murieron solo israelíes, ¿no? Y en la AMIA murieron 85 personas”, enfatizó.
Respecto de la controversia que se mantiene alrededor de la muerte de Nisman, Ronen tomó distancia al manifestar que confía en que “la Justicia argentina va a hacer lo que es justo para llegar a la verdad”.
En la entrevista de La Nación también se le preguntó sobre el ataque a la embajada de Israel ocurrido en 1992. “Esperamos los avances. Para nosotros ese atentado, al igual que el de la AMIA, sigue siendo una herida abierta que no cicatriza. Tres de los sobrevivientes aún trabajan aquí con nosotros”, respondió.
En este contexto, la embajadora fue contundente al remarcar que “no podemos sino esperar que se llegue a hacer justicia, es un deber que tenemos con las víctimas y sus familias”.
Otro de los temas sobre los que fue consultada la diplomática fue el memorándum de entendimiento con Irán. “No voy a comentar sobre asuntos internos de la Argentina, pero la herramienta que han utilizado no es la mejor”, dijo.
“Irán tiene que cooperar con la Justicia, estamos de acuerdo, pero hay mejores formas para llegar a este punto”, continuó.
Sobre la posibilidad de que la Argentina aplique sanciones económicas a Irán por no colaborar con la Justicia, Ronen dijo que Estados Unidos y la ONU “están llevando a la práctica sanciones de ese tipo”.
“Hay otras que se podrían implementar y que no se han hecho. Por ejemplo, ¡el canciller iraní va adonde quiere! Si queremos un mundo mejor, los países que tenemos una visión similar debemos cooperar”, argumentó.
Finalmente, Ronen afirmó que Israel no tiene “nada contra el pueblo iraní, es el liderazgo y la política lo que cuestionamos, que es contra su propio pueblo”. “Los derechos humanos allí son pésimos, la posición de la mujer, la libertad de prensa… Se trata de cooperar dentro del mundo libre”, remató.