Itongadol/AJN.- Los israelíes quieren una política “libre de incitación y odio”, afirmó el primer ministro Yair Lapid mientras hablaba con sus seguidores en la sede de su campaña en Tel Aviv a la 1.30 del miércoles, mientras el país esperaba para ver si el conteo real de votos confirmaría su derrota.
Las encuestas de boca de urna realizadas justo cuando cerró la votación el martes mostraron que los partidos de derecha habían recibido suficientes votos para permitir que el líder del partido Likud, Benjamín Netanyahu, formara gobierno.
Esas mismas encuestas predijeron que el Partido Sionista Religioso de extrema derecha encabezado por Bezalel Smotrich tendría el tercer mayor número de escaños.
“Todo ciudadano israelí, religioso o laico, izquierdista o derechista, judío o árabe, heterosexual o LGBTQ+, debe saber esta noche que continuaremos luchando para que Israel sea un Estado judío, democrático, liberal y progresista”, expresó Lapid.
Advirtió contra llegar a conclusiones prematuras sobre los resultados, hasta que se hayan contado los votos reales, un proceso que podría llevar uno o dos días.
Según Lapid, un millón de votantes habían votado por su partido, que creció sin dañar a sus posibles socios de coalición.
“Un millón de ciudadanos israelíes acudieron a las urnas y dijeron: puedo ser tanto judío como israelí. Puedo ser tanto nacionalista como liberal”.
“Un millón de ciudadanos fueron a las urnas y dijeron que creen en el futuro y en el poder del cambio”, destacó Lapid.
“Uno de los pilares de este cambio es la posición de principios para luchar por todos los sectores de la sociedad”, dijo, y agregó: “No queremos dejar a nadie atrás”.
Lapid reflexionó sobre el gobierno instaurado en 2021 que había liderado primero su antecesor Naftali Bennett y que dirige desde julio.
“Establecimos un gobierno que hizo todo lo posible para reducir el costo de vida y no tuvo miedo de actuar contra nuestros enemigos”, concluyó.