Itongadol.- Entre los temas que preocupaban mucho al presidente Isaac Herzog cuando asumió el cargo en julio de 2021 estaba la cantidad de jóvenes soldados y voluntarios del servicio nacional cuyo futuro se veía ensombrecido por antecedentes penales.
Herzog, abogado y ex ministro de Bienestar Social, estaba decidido a eliminar tantos antecedentes penales como fuera posible, siempre que aquellos que apelaron al indulto pudieran mostrar remordimiento y haber sido completamente rehabilitados.
Meses más tarde, en vísperas de las Altas Fiestas, cuando los judíos tradicionalmente admiten sus pecados y piden perdón a D’s, Herzog anunció que, en el espíritu de los Diez Días de Arrepentimiento, todos los soldados de las FDI y los voluntarios del servicio nacional civil con antecedentes penales que hubieran pasado por un proceso de rehabilitación exitoso durante su período de servicio podían presentar una solicitud por escrito al departamento legal de su oficina.
El resultado fue un aumento del 25% en el número de indultos, incluida la clemencia para el 20% de las apelaciones aprobadas.
Desde mediados de 2021 hasta finales de 2022, Herzog concedió 127 solicitudes de indulto y clemencia de un total de 3.420 solicitudes, de las cuales 1.444 eran nuevas.
La mayoría de las clemencias otorgadas por el presidente se relacionaron con reducir multas a personas en dificultades económicas.
Herzog está decidido a continuar con esta política. Quiere permitir que los soldados que cometieron errores en su juventud se embarquen en un nuevo comienzo sin una mancha en sus registros que les impida trabajar en el futuro.
El martes, Herzog advirtió que Israel está en camino de desgarrarse en medio de la planeada reorganización radical del sistema judicial por parte del gobierno y la creciente oposición pública.
Además, instó a los líderes del país a evitar la confrontación y en su lugar entablar un diálogo paciente y un debate constructivo.
«Los fundamentos democráticos de Israel, incluidos el sistema judicial y los derechos humanos y las libertades, son sagrados y debemos protegerlos, así como los valores expresados en la Declaración de Independencia», aseguró Herzog en la conferencia sobre educación Ashmoret, celebrada en Tel Aviv.
«La reforma drástica, cuando se hace rápidamente sin negociación, despierta oposición y profundas preocupaciones entre el público», agregó.
«Veo a los bandos preparados y listos en todo el frente para una confrontación total sobre el carácter del Estado de Israel y me preocupa que estemos al borde de una lucha interna que podría consumirnos a todos», señaló Herzog.
El presidente les reclamó a los dirigentes israelíes que «muestren responsabilidad y se tomen el tiempo necesario para este debate crítico».
«La ausencia de diálogo nos está desgarrando por dentro y se los digo alto y claro: este polvorín está a punto de explotar. Esto es una emergencia», expresó Herzog.
Herzog pidió al gobierno que escuche las voces de las diversas comunidades. También está realizando esfuerzos de mediación, reuniéndose con la presidenta del Tribunal Supremo, Esther Hayut, el líder de la oposición, Yair Lapid, y el ministro de Justicia, Yariv Levin.
«Tenemos que esforzarnos por llegar a acuerdos amplios. Veo signos de buena voluntad», añadió.
«Y sin embargo, nos encontramos en un momento fatídico, de prueba, que influirá en nuestro pueblo y en nuestro Estado», sentenció Herzog.
Los israelíes, dijo, deben «asumir la responsabilidad y proteger lo que hemos construido aquí», concluyó.
En su discurso, Herzog anunció su visión para el 80° aniversario del Estado de Israel, en 2028, y pidió que la Residencia del Presidente sirva de «espacio protegido para gestionar las disputas y salvar las diferencias» en medio de la crisis.
También dio a conocer un proyecto de creación de un centro educativo para fomentar la coexistencia, así como un espacio para debates discretos sobre cuestiones fundamentales. No dio detalles sobre cómo se pondrá en marcha el programa, pero dijo que se tomarán medidas activas para intercambiar opiniones y tratar las disputas.