Itongadol.- El primero de febrero de 2010 falleció Bernardo Ezequiel Koremblit a los 93 años, uno de los intelectuales judeoargentinos que, ya iniciado en el periodismo, se convirtió en un escritor de extensa trayectoria y en conductor de programas radiales y televisivos, manteniendo su agudo sentido del humor hasta sus últimos momentos.
Nacido el 28 de mayo de 1916 “en un barrio porteño”, afirmaba Koremblit y recordaba a su padre Manuel (Meir), con quien vivió hasta los 23 años, “un buen judío”. Desde 1961 fue por décadas director de Cultura de la Sociedad Hebraica Argentina.
Koremblit se inició en el periodismo a los 17 años, cuando ingresó en el diario Crítica en cuya redacción permaneció hasta 1943. Consideraba su ingreso en el diario de Natalio Botana como el comienzo de su vida intelectual, centrada en la escritura de ensayos y artículos periodísticos sobre temas humanísticos y literarios.
A sus 23 años se casó con Esther Teitelbaum con quien tuvo tres hijos, dos varones y una mujer: Manuel Stéfan, Eduardo Hipólito y Alicia Eleonora.
Al retirarse de Crítica colaboró con una gran cantidad de medios nacionales y extranjeros, entre los que puede mencionarse La Nación, Clarín, La Opinión, Ficción, Lyra, Comentario, La Capital (Rosario), La Gaceta (Tucumán), La voz del Interior (Córdoba), Sur y Vigencia (Universidad de Belgrano). El profesionalismo de Koremblit pudo extenderse hacia fuera del país, como en El Nacional (Caracas), Cuadernos Americanos (México), El Día y País (Montevideo), La Prensa (Lima), A. B. C. (Madrid), entre otros.
Participó como colaborador permanente de los anuarios “Patoruzú de Oro”, editados por Dante Quinterno, y hasta sus últimos días escribió artículos para el diario La Prensa de Buenos Aires, que se publicaban los días miércoles y domingos.
Koremblit consideraba que un escritor no debía intervenir en política, su compromiso era con la literatura, lo que se observó claramente en cada uno de sus libros publicados entre 1946 y 1991: “Ben-Ami (el actor abismal)”; a torre de marfil y la política”; “Romain Rolland: humanismo, combate y soledad”; “Nicolás Olivari, poeta unicaule”; “Baudelaire: Las Flores del Mal”; “El ensayo de la Argentina”: “El humor, una estética del desencanto”; “Coherencia de la paradoja – Jorge Luis Borges”; “Gerchunoff o el vellocinio de la literatura”; “Eva o los desencantos del Paraíso”; y “Todas las que ella era: ensayo sobre Alejandra Pizarnik”.
A lo largo de 34 años, en que fue director de Cultura de la Sociedad Hebraica Argentina, y dirigió la prestigiosa publicación de la institución Davar (1961-1995) desarrollo una importante labor cultural que trascendió a toda la sociedad. También fue director de Cultura de la Fundación Guemes (1989-1991), y director de Actividades Culturales de la Biblioteca Nacional (1993).
Koremblit fue un activo miembro de la SADE – Sociedad Argentina de Escritores- donde ocupó diversos cargos en su conducción hasta presidirla (1996-1998). Además, fue miembro de la Academia Nacional de Periodismo y de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Comunicación, de la que llegó a ser su vicepresidente.
En esos años también tuvo una activa participación en programas radiales, entre ellos Radio Nacional, Radio Municipal, Radio Continental y Radio Splendid; y en programas televisivos, como en Canal 9, Canal 11 y en Canal 7.
Su labor periodística y literaria fue reconocida al ser recibir el Premio Nacional de Literatura Premio Argentores, 1974 (radiotelefonía); el Premio Fondo Nacional de las Artes, 1977; el Premio Fundación Argentina para la poesía, 1979; el Premio Santa Clara de Asís; y el Premio Konex 1984: “Literatura y humor”.