Itongadol.- El rabino Yossi Smierc, director del centro para jóvenes judíos “KSpace” de Miami, mantuvo una entrevista con ItonGadol sobre cómo se encuentra la institución frente a la llegada de los Iamim Noraim, en el marco de la pandemia del coronavirus: “Estamos ayudando a los jóvenes que no tienen dónde estar, especialmente a los chicos que son inmigrantes y que no están viviendo con los papás o los abuelos”.
Además, envió su mensaje previo a Rosh Hashaná: “Hay que ver el lado positivo, porque gracias a esta situación, podemos tener un lazo más cercano familiar”.
-En medio de la pandemia, ¿cómo llega la institución a los Iamim noraim?
-Estamos bien, tranquilos. Gracias a D’s en Miami bajaron mucho los casos, pero todavía hay que tener mucho cuidado, porque puede haber un resurgimiento nuevamente de la enfermedad. Entonces, por eso estamos tratando de cuidarnos lo máximo posible. La Florida entró en Fase 2, lo que significa que ahora ya se puede tener más gente, se puede movilizar mucho más, pero teniendo mucho cuidado.
-¿Cómo evalúa usted la relación entre los asociados y la institución?
-La relación entre la gente y la institución es muy buena. Muchos jóvenes están preguntando qué va a pasar, porque necesitan ayuda y quieren ser parte de los minianim. Entonces estamos viendo todas las formas para que los chicos puedan participar aunque sea escuchando el Shofar.
-¿Hay acciones por los Iamim Noraim desde KSpace?
-Con respecto a Iamim Noraim, KSpace está funcionando a la mitad de su capacidad. Vamos a tener la mitad de los jóvenes que siempre vienen, pero vamos a tocar el Shofar afuera, donde están las fuentes de agua, para que todos los jóvenes que estén ahí y que quieran venir, tengan la posibilidad de escucharlo el domingo. Además, estamos ayudando a los jóvenes que no tienen dónde estar, especialmente a los chicos que son inmigrantes y que no están viviendo con los papás o los abuelos. Nos estamos asegurando que estén bien de salud y que no tengan problemas. Siempre tomando distancia y teniendo la máscara puesta en los rezos. Es la única forma que podíamos hacer actividades con todos los jóvenes.
-¿Cuál sigue siendo para usted la mayor preocupación y en qué se puede ayudar?
-Mi mayor preocupación es que haya un rebrote y que haya un solo contagiado. Pero la preocupación más grande también es cuando se trata de jóvenes que viven con padres o abuelos, o se relacionan con personas mayores, ahí es donde a uno más le da miedo. Pero por otro lado, está la preocupación de que los jóvenes estén solos para las fiestas, especialmente los que no tienen familia. Entonces, estamos tratando de hacer que las cenas y los almuerzos sean muy limitados, con reserva a los jóvenes que estén realmente solos y necesiten ayuda para no estar solos.
-¿Cuál es su mensaje?
-Es una época muy extraña, muy rara. Venimos de un año en que fue cayendo muchísimo la parte social y económica por culpa de la pandemia. Mucha gente perdió el trabajo. Hay que estar muy tranquilo, pero hay también que ver lo positivo. Uno tiene la posibilidad de estar más con la familia. En el caso mío personal, venimos de muchos años de tener cientos de jóvenes en Rosh Hashaná y no poder tener, quizás, ese tiempo íntimo con la familia que ahora sí podemos lograrlo. Entonces, también hay que ver que gracias a esta situación, podemos tener un lazo más cercano familiar, y aparte aprender a disfrutar lo que uno tiene. Porque si cuando D’s quiera todo vuelva a la normalidad, vamos a sentirnos mucho más felices de la posibilidad de estar con jóvenes.