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OSM. Entrevista a Vanessa Hites, joven chilena de la Academia de Liderazgo Sionista

Por M S
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Itongadol.- Concluido el Primer Congreso Mundial del programa que llevó a cabo la Academia de Liderazgo Sionista, ItonGadol dialogó con Vanesa Hites, la primera embajadora en chilena para este proyecto, del que destacó: “Se nos dio en un gran espacio la posibilidad de poder pensar en grande, de poder pensar a futuro, y aparte de colaborar entre distintas naciones, distintas culturas”.

Vanesa Hites es Abogada, egresada de la Universidad de Chile, Activista de Derechos Humanos, Ex- Presidenta de la Federación de Estudiantes Judíos de Chile y Miembro del Cuerpo Diplomático del Congreso Judío Mundial, participante en el programa de la Academia de Liderazgo Sionista.

La Academia de Liderazgo Sionista es un programa que plasma la idea de consolidación de las nuevas generaciones de líderes judíos/sionistas, los que no solo ejercen el liderazgo comunitario local, sino que también sean la esencial del liderazgo judío/sionista global, destinado a detener el proceso de alejamiento de los jóvenes de la labor comunitaria, un lento, pero persistente “goteo”. Este programa es liderado y creado por Ariel Goldgewicht, director ejecutivo del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la Organización Sionista Mundial (OSM).

Su implementación es el resultado de la unión de dos organizaciones centrales del Pueblo Judío, la OSM y el Keren Kayemet LeIsrael (KKL). Al respecto, Ariel Goldgewicht afirmó que “este proyecto jamás existiría sin la visión de dos grandes líderes: Sergio Edelstein, titular del Departamento de Noar Jalutz y Dor Hemshej de la OSM, y el vicepresidente Mundial de KKL, Hernán Felman”.

-¿Cómo fue tu experiencia en México con este primer encuentro, donde vuestro proyecto permitió verse las caras después de unos meses de Zoom?

-Estoy súper agradecida por la experiencia. Creo que esta instancia difiere de otras anteriores, por el hecho de que junta a personas seleccionadas con pinzas, de mucho valor. Para mí, por lo menos, fue muy enriquecedor estar con estar con ellos. Aparte porque se nos recomendó una tarea específica y práctica: se nos dividió en grupos y se nos pidió a cada uno trabajar en un proyecto específico para poder presentar en un par de meses. Entonces, creo que es un faro distintivo de este congreso y de este grupo.

-¿Cuándo tomaron conciencia de la dimensión de este proyecto? ¿Da un poco de miedo? Tienen la certeza de que es el camino correcto?

-Más que la certeza, se abre un gran espacio. Se nos dio en un gran espacio la posibilidad de poder pensar en grande, de poder pensar a futuro, y aparte de colaborar entre distintas naciones, distintas culturas. Yo creo que el congreso lo terminamos con más dudas que certezas, pero de todas maneras muy agradecidos de este espacio que se nos dio para planear en grande, para crecer en conjunto y para seguir trabajando.

-¿Qué significan ‘las dudas’ a las que te referís?

-“Más dudas que certezas”, porque no se me impuso una línea de trabajo, un proyecto específico, porque solo se nos planteó un desafío, un dilema o un problema específico que enfrenta la comunidad judía a nivel local, a nivel internacional e incluso Israel. Se nos dio un gran espacio, una gran oportunidad para que nosotros veamos cómo poder de la mejor manera abordar este problema y crear entre nosotros una solución. Por eso digo más dudas que certezas, porque no se nos impone una línea de trabajo, un vector específico, sino que se nos da el espacio, la oportunidad para entre nosotros co-crear la respuesta y el proyecto que creamos más adecuado para resolver ese problema.

-Quienes promueven este proyecto, Ariel Goldgewicht y todo el equipo del KKL y la OSM juntos, tomaron uno de los desafíos más difíciles que ha tenido el mundo judío, que es ‘el goteo de los jóvenes’ la pérdida de muchos de ellos. No obstante, ustedes están lejos de ir para atrás y achicarse frente a esta iniciativa o este desafío.

-Si bien creo que puede haber una crisis identitaria, un poco generacional, sí creo que aquella pasión ideal sigue existiendo también en una parte no pequeña de esa generación, y precisamente por eso surgen iniciativas como la que crea Ariel Goldgewicht y el equipo, buscando un poco fortalecer este liderazgo, reivindicar el sionismo y motivar a toda una generación.

-¿Cómo imaginás esto dentro de 10 años o menos, entre la dirigencia clásica y ustedes?

-Por lo menos en Chile lo veo con buenos ojos. No podría hablar de otros lugares, pero en Chile ha habido una apertura en el liderazgo actual y la comunidad actual, para fortalecer a los jóvenes y permitirles participar. Siempre el liderazgo en cualquier institución va a estar arraigado a una narrativa más antigua, también arraigado a la misma institución y a la posición de poder que ocupa.
Pero por lo menos en Chile, de mi experiencia personal veo con muy buenos ojos la convivencia del liderazgo actual con nuevos liderazgos. He sido testigo de cómo el liderazgo actual, la comunidad judía en Chile, está abierta a la incorporación de nuevos líderes y liderazgos jóvenes en lo comunitario.

-Se realizó una importante visita a Chile de Israel, Yoseph Haddad que de algún modo fue una iniciativa tuya. Esto también está marcando una acción proactiva

-Claro, la semana pasada tuvimos de visita a Yoseph Haddad Fue una visita organizada en conjunto con la Federación de Estudiantes Judíos de Chile, y fue algo muy proactivo. Creo que ha sido la primera vez que logramos ocupar el espacio público y universitario, sobre todo el primero. Creo que la visita fue muy buena en términos de mostrar una narrativa y un lado diferente de la historia. Yoseph Haddad es un ciudadano israelí, árabe y cristiano. Él vino a contar su experiencia personal como ciudadano árabe cristiano dentro de Israel, desmintiendo ciertas cosas que vemos en la prensa, contando su experiencia personal, donde tuvo vivencias muy duras.
Decidió voluntariamente alistarse en el ejército, por este sentido de pertenencia a Israel. Participó en la Segunda Guerra de El Líbano y destaca que cuando el terrorismo ataca a Israel, el terrorismo de Fatah, Hezbollah y Hamás no está distinguiendo entre los ciudadanos judíos, árabes cristianos, musulmanes, drusos, ataca a todos por igual. A él le impactó un cohete de Hezbollah y estuvo en riesgo de perder su pierna. Luego de un largo proceso de rehabilitación logró, dentro del sistema de salud público de Israel, en donde médicos árabes y judíos trabajaron en conjunto, que le pudieran poner el pie de vuelta y luego de un largo proceso de rehabilitación hoy puede volver a jugar fútbol, que es una de sus pasiones. Él también nos cuenta que es fundador de una organización que se llama “Juntos nos apoyamos entre nosotros”, una ONG que busca la integración de árabes dentro de la sociedad israelí. Esta organización está fundada por judíos, musulmanes, cristianos y drusos que van acortando las brechas sociales que existen entre los diferentes grupos dentro de Israel.

-Podrías haber elegido que vaya un israelí a contar qué lindo que es Israel, me parece que seleccionaste la más difícil de las opciones. En una sociedad como la chilena, con una gran población de palestinos, más un presidente que tuvo tensiones y posiciones muy ríspidas respecto al tema de Israel… lo tuyo fue de una gran valentía.

-Pero eso fue lo interesante, en primer lugar porque la mayoría de los palestinos, acá en Chile, son cristianos. Sentí que de alguna manera se podían ver identificados con Yoseph Haddad porque él es un árabe de religión cristiana. En segundo lugar, me pareció muy interesante mostrar esta perspectiva, la perspectiva de un árabe, reconociendo ciertas críticas que se pueden hacer al liderazgo palestino como al liderazgo de Israel, pero también trabajando, y diciendo ‘estuve en la construcción de una sociedad mejor’ y también viendo cómo aportar desde Chile a la construcción de una sociedad mejor en Medio Oriente. Por otro lado, también impacta un poco lo poco fraternos que fueron algunos personajes de la comunidad palestina aquí en Chile con él, porque buscaron censurar, restringir o cancelar desde una visión súper occidentalista y paternalista a un árabe que viene de Medio Oriente.


Yoseph Haddad durante su visita a Chile.

-¿Lo llevaste a ámbitos no comunitarios?

-La idea era sacarlo completamente de lo comunitario. En alguna instancia se vio censurado, cancelado o restringido, especialmente en la Universidad. Entonces, claro, no deja de impactar lo poco fraterna que son algunas personalidades de la comunidad palestina que buscan imponer unilateralmente una visión del gueto, desde una visión súper occidentalista, porque es desde una visión cómoda desde el occidente, y paternal que le quieren imponer a un árabe de Medio Oriente, que viene a contar su experiencia personal.

-¿Cómo lo recibió la gente que sí se hizo un tiempo para interactuar con él?

-Creo que excelente, creo que todos valoraron su testimonio, que fue súper interesante conocer algo distinto, y por sobre todo hay mucha ignorancia, especialmente respecto al 20% de los árabes que hay en Israel. Siempre cuando uno piensa en Israel piensa en personas judías, pero ignora el 20% de la población árabe que hay, y fue muy interesante escuchar eso.

-¿Cuáles son sus expectativas por el viaje a Israel para el próximo encuentro de la Academia?

-Muchísimas, muchísimas expectativas. Espero que entre el equipo que me tocó podamos trabajar de la mejor manera y lograr así hacer una gran presentación, con un efecto práctico que pueda contribuir.

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