Itongadol.- Adrián Moscovich, director ejecutivo de ORT Argentina mantuvo una entrevista con ItonGadol sobre la novedosa experiencia de educación a distancia debido al aislamiento social, preventivo y obligatorio en la Argentina para combatir el coronavirus. “El hashtag #ortencasa es el símbolo o el modo de codificar en tiempos de redes sociales nuestro lema institucional de ‘Educar para la Vida’”, subrayó.
-¿En qué consiste la tarea de la escuela con sus alumnos a partir de la cuarentena?
-Los efectos de una pandemia imponen la transformación educativa de la noche a la mañana. La escuela deja de ser ámbito de encuentro y nos vemos empujados a migrar de la escuela presencial a la escuela digital.
Desde ya hace varios años las preguntas que van marcando la agenda educativa se centran en la necesidad de repensar modalidades de enseñanza, aprendizaje y evaluación, en la implementación de dispositivos que rompan con esquemas anclados en otros momentos históricos, y en cómo acompañar a nuestros alumnos en el desarrollo de habilidades para desenvolverse con autonomía en el siglo XXI.
En este contexto, la flexibilidad aparece como uno de los requisitos para sobrevivir a los intentos de dar respuestas instantáneas a preguntas complejas. Las respuestas adaptativas no implican soluciones definitivas ni homogéneas, y la flexibilidad permite ir estableciendo una progresión del cambio con ajustes en los dispositivos y en las intervenciones.
El trabajo en red permite potenciar y enriquecer las propuestas. Sabemos que el aprendizaje nunca se construye en soledad y propiciar los espacios colaborativos no solo lo promueven sino que pueden resultar muy valiosos para compartir experiencias y recursos con otras escuelas. El trabajo en red permite distribuir liderazgos, construir nuevas alianzas y poner el foco en los sistemas y no en los individuos.
-¿Cómo resultó la respuesta?
-Desde ORT Argentina y a través del liderazgo de los equipos directivos de cada nivel, se organizaron dispositivos virtuales para llegar a cada alumno, alumna y familia de nuestra comunidad.
Hace más de una década que ORT Argentina cuenta con un Campus virtual innovador que aloja y alberga las más diversas secuencias y propuestas de aprendizaje, plataforma sumamente potente y significativa para complementar las clases presenciales.
A partir de la suspensión de clases presenciales, con nuestro Campus virtual como principal aliado, las propuestas escolares para hacer en casa continuaron, con un primer esquema de publicaciones para cada materia y mensajes entre docentes y alumnos, se desarrollaron los primeros días de “escuela no presencial”.
Ahora, si bien tenemos la dicha de promover propuestas de calidad y construir competencias junto a nuestros docentes, percibíamos que a la escuela como nosotros la pensamos le faltaba algo importantísimo: la escuela es construcción colectiva, la escuela siempre es con otro. Así fue como el aislamiento social nos llevó a repensar el gran desafío, una de las claves de la escuela: su función socializadora, el entramado de relaciones que la escuela alberga, promueve y sobre el cual educa. Nos preguntamos entonces: ¿cómo estar cerca en tiempos de lejanía? ¿Cómo acompañar a nuestros alumnos en su aislamiento?
Y así, con este desafío, comenzamos a construir nuestras respuestas y decidimos diversificar los “puntos” y modalidades de encuentro. Y a los aprendizajes en nuestro Campus Virtual, las experiencias compartidas a través de nuestras redes sociales, sumamos los intercambios en tiempo real, en Zoom.
De ese modo, comenzamos una segunda etapa tan particular. Los estudiantes necesitaban saludarse, contarse sus días y así darse cuenta de que no están solos, que en otras casas y en otras familias circulan miedos parecidos, preguntas similares y las mismas esperanzas.
Así fue como a través de la aplicación Zoom, nos re-encontramos con cada uno de nuestros docentes y alumnos, todos ellos desde sus casas reconectándose con su curso para compartir, para verse, para contarse experiencias, mediados por la guía de los coordinadores de alumnos y orientadores escolares.
Y así surge #ortencasa. Porque ORT ya estaba en las computadoras, en los celulares y en distintos dispositivos con clases y proyectos; pero necesitábamos que nuestra escuela estuviese en las casas; escuchando, abrazando, brindando contención, acompañando a todos nuestros alumnos quienes están atravesados por una situación difícil de entender y transitar. El lema de #ortencasa nos llevó a un punto de sinergia total de nuestros equipos docentes que hoy se encuentran trabajando incluso mucho más que en sus tiempos escolares regulares, en su compromiso por promover la enseñanza, buscar los aprendizajes y fundamentalmente acompañar a nuestros alumnos, en las circunstancias que sea, a la hora que sea, y en el lugar que sea.
El hashtag #ortencasa es el símbolo o el modo de codificar en tiempos de redes sociales nuestro lema institucional de “Educar para la Vida”. Una vida que tan solo luego de dos semanas del inicio de clases, nos desafió a una “re-adaptación”: a una nueva modalidad de escuela, con nuevos formatos y temporalidades.
-¿Los alumnos respondieron sin grandes dificultades a la consigna?
-Las propuestas de la escuela son posibles para todos nuestros alumnos respecto a nuestras expectativas acerca de sus procesos de aprendizaje, pero entendemos que las dificultades a veces refieren a las posibilidades que cada familia tenga para hacer frente a esta situación. Cada casa experimenta los inconvenientes propios de este momento. Nosotros como escuela nos aseguramos que todos nuestros alumnos tuvieran los recursos necesarios para aprender y vincularse de manera remota. Que en cada casa hubiera una computadora y posibilidades de conectarse a internet, y en los casos que hizo falta, colaboramos para facilitarlas. A veces puede suceder que no todos tienen las herramientas disponibles en cualquier momento, porque tienen que compartirlas, o un adulto que pueda ayudarlos de la misma manera, por lo cual depende mucho de la organización familiar. Pero nuestras propuestas están pensadas para que cada uno pueda resolverlas de acuerdo a sus tiempos y sus maneras posibles.
-¿Cuál es el rol de los padres en este escenario?
Entendemos que cada familia tiene una estructura distinta, y en este momento se encuentran ante el desafío de tener que dar respuesta a este contexto tan particular, que los atraviesa a todos. Se modificaron las rutinas diarias, incluida la escolar, y ahí nosotros como escuela es donde nos hacernos presentes. Las familias confían en nosotros y apoyan nuestras propuestas, sabiendo que ofrecemos aquellas actividades y recursos que consideramos posibles en estas circunstancias. También seguimos manteniendo un contacto fluido a través de nuestras redes, lo cual nos permite acompañarlas y dar respuesta a diversas inquietudes y necesidades particulares que pueden ir surgiendo, frente a esta nueva modalidad de enseñanza.
-¿Cómo continúa esta tarea?
-Con la posibilidad de reflexionar, documentar y evaluar las estrategias implementadas para dimensionar y poner en perspectiva todo esto que está pasando. Atentos a cada acción que vamos implementando, los resultados de los esfuerzos compartidos, los acuerdos y desacuerdos, las experiencias que resultan y aquellas que necesitan ajustes reuniremos información relevante para darle continuidad a los procesos escolares de acuerdo con los estándares de nuestro proyecto educativo y nuestra misión.
La situación actual nos invita a aprender a aprender: nuevos modos de vincularnos, nuevas propuestas, nuevas herramientas digitales, nuevos usos escolares de redes sociales. ¿Cuánto habremos aprendido para cuando la escuela vuelva a tener su tiempo y su espacio? No sabemos pero nos atrevemos a pensar ¿Cuánto puede la escuela? En estos días inéditos, la pregunta se disparara en múltiples direcciones, y es nuestro compromiso animarnos a múltiples respuestas.