Los proyectos solidarios en el nivel inicial se constituyen en oportunidades de aprendizajes, les posibilitan a los niños y las niñas descentrarse de sus propias necesidades tomando en cuenta las de los demás, y también permiten ampliar el entorno más inmediato, incorporando a la comunidad como agente destinatario de sus prácticas solidarias.
Los niños y niñas no nacen solidarios, este valor se enseña y se promueve tanto desde lo cotidiano como en acciones específicas, como aprender a respetar, a ayudar, aceptar que somos diferentes, entre otros aspectos.
Estas prácticas aportan beneficios recíprocos, tanto a los destinatarios de las acciones solidarias como a quienes las llevan adelante.
En Bialik educamos para la construcción de este valor desde las salas más pequeñas a través del fomento de prácticas solidarias en la vida cotidiana. El proceso se cristaliza en las salas de 5 años, en donde encaramos acciones concretas de solidaridad dirigidas a la comunidad.
Es así que, seguimos asumiendo la tarea solidaria de trabajar junto a la Fundación “Leoncito Dan” en la donación de juguetes para niños y niñas de escasos recursos en el marco del festejo del Día de las Infancias.
Las salas de 5 años realizan campañas de concientización en la propia comunidad educativa (tanto en las salas del jardín como en la escuela primaria), en sus alrededores y en sus propios ámbitos familiares rescatando la importancia de la donación de juguetes para chicos y chicas para que puedan recibir un regalo en su día.
Los grupos se muestran proactivos con las propuestas porque no sólo colaboran trayendo juguetes, sino que, además, al momento de difundir explican el objetivo de la campaña, a quién está dirigida y cómo se puede colaborar. Reparten volantes de elaboración propia dentro y fuera de la escuela.
También participan en la producción integral de spots publicitarios para sumar donaciones. Son los encargados de recolectar todo lo donado, lo clasifican y preparan para luego hacer la entrega a la fundación como un modo de colaborar con su causa.
Los chicos y chicas se comprometen con este proyecto, a tal punto que se constituyen en verdaderos “embajadores” de la solidaridad.
Estas experiencias cotidianas de solidaridad permiten construir entre los chicos y las chicas una mejor convivencia y les enseña a ser mejores personas, siguiendo el precepto de Tikún Olam, reparar el mundo.
Es un modo de contribuir a conformar una sociedad mejor.
Ser solidarios es pensar que tenemos algo para dar, para compartir, para enseñar y aprender.
Ponernos en el lugar del otro y sentirnos responsables por lo que les pasa.
Ser mejores personas basada en el amor al prójimo, el cuidado del mundo y la justicia social.
Equipo de Nivel Inicial