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Carta abierta de Alejandro Kladniew, candidato a presidente por UNA AMIA

Por Gustavo Beron
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Itongadol.- Soy Alejandro Kladniew, mi papá se llamaba Teodoro y mi mamá Ana Orzech, todos mis abuelos vinieron de Europa a fines de la década de 1920 entre la primera y la segunda guerra mundial, los paternos de la zona de Polonia de la provincia de Lubelski, de los pueblos Wodlova y Matzev o Maciejow (actual Ucrania) y los maternos de Varsovia.

Nací en 1960 en el Barrio de Parque Chas, de la Ciudad de Buenos Aires, fui al Jardín de infantes al shule “Neve Shalom” de la calle Gándara. Los sábados iba a las kvutzot del shule, de la calle Valdenegro de Núñez, “Hilel Tzeitlin”.

Por razones económicas mis padres decidieron que fuera a la escuela pública en la primaria, según recuerdo, no estaban en condiciones de hacer el pago del arancel y no solicitaron beca. Así que fui a una de las primeras escuelas de doble turno de la Argentina, Jorge A. Boero y los sábados continué yendo al Kinder Club.

En 1988 me casé con mi primera esposa, Claudia, con quien tuve 2 hermosos hijos, Michelle (casada con Eithan) y Tomás, actualmente de 28 y 23 años. Tengo el Kavod de ser abuelo de Hanna y Natan.

Mis hijos hicieron la primaria en la escuela Martín Buber y la secundaria, Michelle en Ort y Tomas en Buber. Michelle realizó su BAT en el templo Dor Jadash de la calle Murillo, donde mi padre había hecho su BAR y Tomás en NCI-Emanu El. Ambos janijim y madrijim de Hebraica.

Me divorcié en el año 2006 y volví a casarme con Esther a fines del 2009, con quien comparto la vida y la crianza de nuestra hermosa hija Jazmín.

Me recibí de Licenciado en Psicopedagogía y en el año 1985, con el auspicio de la Agencia Judía, del JOINT y de CLAM viví un año en Chile, como Director de Actividades del Estadio Israelita Macabi, una experiencia profunda que me permitió tener un grupo de amigos que conservo hasta estos días. Me gradué en LE ATID en la especialización de directores ejecutivos.

En 1989 y por 2 años, fui director ejecutivo de Bet Am de Lanús (un verdadero hogar para todos los miembros de la comunidad) mientras que en forma paralela trabajaba como consultor del Joint para la comunidad judía de Chile, lugar al que viajaba 4 días por mes.

En 1991 dirigí FACCMA, lo que me permitió conocer más profundamente a las comunidades del interior del país y a todas las instituciones sociodeportivas. Tuve el honor de trabajar en la organización de la delegación argentina de casi 400 deportistas en los juegos macabeos en Israel y de ingresar con ellos en el Estadio de Ramat Gan representando a la comunidad de nuestra nación.

Al regresar de Israel y para el mes de noviembre, Gibert Lewi como presidente y Juan Imel como vicepresidente, me convocaron para dirigir Hebraica, un desafío que no podía rechazar. Fueron 6 años sumamente apasionantes de trabajo con un equipo profesional de primer nivel en donde entiendo que hicimos cosas valiosas. SHA se constituyó como la institución organizadora en Argentina del proyecto Marcha por la Vida y consiguió traer al país a los premios Nobel: Shimon Peres y Elie Wiesel.

Paralelamente fui nombrado como presidente de la Asociación de Profesionales Judíos y logramos constituir el proyecto SOL (Servicio de Orientación Laboral) cuyo objetivo hasta la actualidad, es la intermediación laboral de maestros, madrijim, directores y diferentes profesionales judíos con instituciones que requieren de recursos humanos calificados de todo el continente.

A comienzos del año 2001 comencé mi trabajo como director para América Latina y el Caribe del Joint con la utopía de que iba a poder disponer de un poco más de tiempo libre en comparación con el trabajo de Hebraica que insumía los 7 días de la semana, sin embargo, la situación explosiva en términos políticos y socio económicos del país no lo permitieron. Tuvimos que trabajar a destajo para aliviar el padecimiento de miles de hermanos en todo el país en coordinación con decenas de instituciones que se sumaron a atender la llamada “nueva pobreza”, teniendo todos que aprender a lidiar con una situación dramática pero que entiendo, hemos podido enfrentar con calidez y calidad siempre bajo los valores de la Tzedaká.

A finales de 2002 la crisis también llegó al Uruguay, donde con la cooperación de todas las instituciones creamos la Fundación Tzedaká de Uruguay, dando una sustentabilidad a la recaudación de fondos locales para atender la pobreza y vulnerabilidad en nuestro país vecino. También logramos dar ayuda en Venezuela y Cuba. Comunidades con especiales necesidades. Pude aportar y nutrirme de grandes proyectos y vivencias en las comunidades de Paraguay, Costa Rica, Perú, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Panamá, Chile y México.

Durante esos años, desde mi rol de director del Joint, apoyamos particularmente a Macabi Córdoba que luego de muchas idas y vueltas pudo mudar su sede y crear la Coalición Educativa en coordinación con la Agencia Judía y AMIA para ayudar a las escuelas en riesgo y recomponer luego de muchos años la formación de morim.

Asimismo, se lograron llevar a cabo encuentros latinoamericanos de dirigentes judíos voluntarios y profesionales en Brasil, Guatemala, Argentina y Colombia con acceso a más de 5000 personas entre ellas un nutrido grupo de jóvenes universitarios.

En el año 2009 terminé mi trabajo como director del Joint para la región, pero continúe como consultor de las comunidades de Paraguay y Uruguay.

Un particular párrafo merece el trabajo desarrollado en la creación del Nuevo Hogar de Ancianos LEDOR VADOR, dicho proyecto liderado en forma voluntaria por Jorge Fainzaig y profesionalmente por el equipo del Joint. El trabajo ha permitido crear el mejor Hogar de Ancianos de la región con estándares de nivel internacional. He aprendido mucho con los adultos mayores y sobre la tercera edad y la recaudación de fondos. Tengo el honor de ser su socio fundador, fui por muchos años secretario general y hasta abril del 2019 presidente.

Para finalizar

Desde el año 2012 trabajo en mi empresa particular como desarrollador inmobiliario.

Conozco la vida comunitaria y a muchos de sus actores más relevantes. Para UNA AMIA y para mí, el Estado de Israel es un pilar fundamental de nuestra vida judía en Argentina.

Camino mucho, a veces juego al tenis, disfruto de las mesas largas en los asados, amo viajar en familia, con mis amigos de siempre y en pareja. Me gusta el cine y la lectura. Me considero un apasionado por el pluralismo y la diversidad en todas sus formas. Estoy 100% comprometido con el judaísmo. No cambio por nada la frase de que “la diferencia enriquece” y que los acuerdos son prioridad en nuestra vida”.

Soy un gestor y amo tejer acuerdos que ayuden a que tengamos una mejor vida comunitaria, particularmente ayudando a quienes menos tienen. Me encanta el intercambio de ideas que buscan la verdad. Conozco lo que es el esfuerzo y que las cosas luego salgan como se planificaron.

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