Itongadol.- El director comunitario del Bialik de Devoto, el rabino Nicolás Reck, recibió a Itongadol en el enorme edificio que posee la institución y aseguró que teniendo en cuenta la realidad económica del país se plantearon ‘‘estar lo más cerca posible de las familias entendiendo la situación de los primeros meses’’.
‘‘No solo escuchándolos en lo que necesiten y recibiéndolos para poder colaborar y ayudar en todo lo que podamos en la economía, sino también, por ejemplo, estamos inscribiendo en primaria en todos los cuadernos de comunicaciones un saludo para las familias, demostrando esta dedicación que queremos darles de cuidar mucho a lo de adentro y estar cerca’’, agregó.
En relación al proyecto de inaugurar un jardín en Villa Urquiza, Reck explicó que ‘‘la decisión política sigue estando de hacerlo. Estamos trabajando para conseguir el lugar y ponernos firmemente a desarrollarlo. Creemos que es una apuesta muy buena, personalmente creo que es romper con ciertas ideas de los ladrillos, como dice siempre Mauro, y entender que tenemos que pensar en los proyectos y en la educación judía’’.
‘‘El año que viene cumplimos 100 años y pensando en 100 años más para adelante hay que ser flexibles. Si sos flexible no te quebrás, si sos muy duro te vas a romper’’.
Entrevista completa:
-¿Cuál fue la expectativa y cómo es el comienzo del año?
-El comienzo del año viene bien, con mucha asistencia y cercanía a las familias. De parte del colegio nos planteamos este año estar lo más cerca posible de las familias entendiendo la situación de los primeros meses. No solo escuchándolos en lo que necesiten y recibiéndolos para poder colaborar y ayudar en todo lo que podamos en la economía, sino también, por ejemplo, estamos inscribiendo en primaria en todos los cuadernos de comunicaciones un saludo para las familias, demostrando esta dedicación que queremos darles de cuidar mucho a lo de adentro y estar cerca. Por suerte entraron más chicos que el año anterior, también yendo a eso. Y familias nuevas que se acercaron, muchos con sus primeros hijos, y eso está lindo para la escuela.
-Cuando dicen acompañar imagino que también están atentos a la situación, a ver qué necesitan.
-Exactamente. Es tratar de que cada familia se sienta observada y que entienda que estamos con cada uno de los chicos. Les estamos escribiendo a todos los cuadernos de todos los grados.
-¿Qué características tienen las nuevas familias que se acercaron al colegio?
-Algunos se acercaron por, lamentablemente, el cierre de Weitzman (Chequear), alguno que otro también de la escuela Hillel también se acercó, y otros por la cercanía del lugar.
-¿Teniendo en cuenta la crisis actual vale doble que se sumen nuevas familias al colegio? Más aun teniendo en cuenta que quizás es más fácil abrir una escuela judía en Villa Crespo que en Devoto, por ejemplo.
-No sé si es que vale doble, uno tiene que saber dónde está, con lo que cuenta y con lo que puede contar, y saber que siempre está la posibilidad de mejorar. Los de Villa Crespo tendrán sus fortalezas y debilidades y nosotros tenemos que saber qué podemos hacer, hasta dónde podemos llegar. Yo siempre digo que no hay que mirar a los costados lo que hacen los otros e intento creer en nuestras fortalezas. Es obvio que donde hay menos judíos es más difícil, pero todavía podemos, en principio mejorar internamente todo lo que hacemos, y ahí la gente nos va a seguir eligiendo. Por eso si nos centramos mucho, más allá de los que queremos que vengan, en los que están, nos centramos mucho en lo que tenemos, en cuidar lo que tenemos, en que se sientan muy queridos y tengan la camiseta puesta. Es al fin y al cabo la mejor publicidad.
-Esto del cuerpo a cuerpo es la característica de la escuela, el cuidado, la cuestión comunitaria, es una característica de la escuela.
-Sí. Trabajamos siempre muy juntos con Juli, con Jaguit (chequear), con Carlos, que se encarga de la cuestión administrativa. Trabajamos todos en conjunto, teniendo siempre reuniones muy en conjunto con la comisión directiva también, muy presente, teniendo un diálogo constante con ellos.
-¿Cuáles son los desafíos de la institución para el 2024, tanto a nivel comunitario como escolar?
-El desafío es que todas las familias que vengan a Bialik se sientan escuchadas, observadas, que ninguna dude de que nos concentramos mucho en sus hijas e hijos y también en ellos como padres, que sepan que cualquier tema que tengan pueden venir y hablarlo que siempre va a haber alguien para escucharlos, que vamos a ayudarlos en lo máximo posible con la crisis económica, que vamos a salir a buscar la mayor cantidad de gente que nos pueda ayudar en ese sentido. Que es tan importante la educación para nosotros, y por eso está bueno que vengan los chicos, que no vamos a dejar de hacer nada de lo que creamos que es lo ideal. Confianza, poder generar esa confianza en las familias.
-Cómo es la parte escolar?
-No sé si soy justamente el ideal para eso, lo que sí puedo decir es que yo estoy dando clases en sexto y séptimo grado con un proyecto nuevo de Bar y Bat Mitzvah que hicimos, que comienza este año. Previamente teníamos el curso para la preparación de Bar y Bat Mitzvah, que sigue estando pero más acotado, de manera quincenal. También incorporamos Talmud Torá a la escuela. Creo que esto beneficia los tiempos de los chicos, porque era incómodo para los chicos que vengan los viernes a las 8 de la mañana a la escuela y se vayan a las 9 de la noche, ni los grandes queremos estar 13 horas fuera de nuestras casas. Los chicos llegaban cansados y de esta manera entendemos que será más la información que se lleven y llegarán mejor preparados aquellos que quieran celebrar.
-El año pasado durante nuestro último encuentro se habló de un desafío de la escuela de tener un jardín en Villa Urquiza, ¿sigue estando vigente?
-La decisión política sigue estando de hacerlo. Estamos trabajando para conseguir el lugar y ponernos firmemente a desarrollarlo. Creemos que es una apuesta muy buena, personalmente creo que es romper con ciertas ideas de los ladrillos, como dice siempre Mauro, y entender que tenemos que pensar en los proyectos y en la educación judía. El año que viene cumplimos 100 años y pensando en 100 años más para adelante hay que ser flexibles. Si sos flexible no te quebrás, si sos muy duro te vas a romper.
-La institución a nivel estructura tiene una brutal comodidad.
-Sí, tenemos cuatro pisos, es gigante el edificio. Tenemos desde una canchita con pasto sintético arriba, otra abajo, una cubierta. Creemos que eso mejora la capacidad educativa, porque por ejemplo si llueve los chicos pueden tener educación física normalmente en un espacio deportivo, que es una cancha de fútbol y básquet que está cubierta. Tenemos mucho espacio para juegos, algo importante para los chicos, y siempre ayuda a la calidad humana.
-Siempre fue una escuela de puertas abiertas para las festividades, más allá de Rosh Hashaná o Iom Kipur. ¿Esto sigue ocurriendo?
-Sí. Ahora viene Purim por ejemplo, luego Pésaj. Y cuando llegue Pésaj habrá un seder la segunda noche, que lo venimos haciendo los últimos dos años, para todas aquellas personas que no tengan donde pasarlo o quieran pasarlo acá. Una particularidad que empezamos a hacer, es que de alguna manera el seder no tiene un precio. Es decir, hay un valor sugerido, que el que lo puede pagar lo paga, y el que no lo puede pagar paga lo que puede pagar. Nadie se queda afuera por plata. Es un seder para el que hay que anotarse, y hace dos años que lo hacemos. El año pasado también hicimos lo mismo con la segunda noche de Rosh Hashaná. Por lo general hay o venia habiendo unas cien personas que asisten y confiamos en que puede haber más. Lo importante es que de la escuela y fuera de la escuela también, que nadie se queda afuera. Vamos a intentar también darles matzot a todas las familias de manera gratuita, para que puedan tener en sus casas. Nos estamos moviendo buscando ayuda externa, lo mismo cuando conseguimos repartir janukiot, que Jabad nos la dio muy amigablemente. Estamos pensando en las familias de las escuelas, es como un eslogan político pero es la realidad. Y entendiendo la situación actual, que esperemos que vaya mejorando, pero hoy sabemos que tenemos que hacer mucho de lo que tenga que ver con la asistencia social.
-Mencionaste al pasar los cien años de la escuela, ¿ya comenzaron con los preparativos?
-Sí. Estamos preparando todo para festejar el año que viene. Los proyectos que iremos haciendo estarán enfocados en que sean por 100 años más.